Friday, May 30, 2014

A mí no me gusta Maya Angelou

Afirmar que a uno no le gusta la poesía de Maya Angelou puede ser una posición snob, que sólo busque llamar la atención; pero en ese mismo sentido, también puede llamar la atención sobre los derroteros del arte, y esa condena parece que ineluctable hacia su intrascendencia. No que esa intrascendencia paulatina a la que parece condenado el arte esté mal, en lo que bien podría tratarse de un proceso de adecuación; pues al fin y al cabo, el culto del arte, como extensión del de la inteligencia, es un culto artificial, como todo culto, y en ello producto de la manipulación. De hecho, las personas e instituciones preocupadas por el devenir del arte son las que dependen económica y/o políticamente del mismo; lo que ya haría risibles esas catarsis con que lo defienden en su más pura irracionalidad, apelando a las mismas razones religiosas que critican en cualquier credo tradicional.

Todos los excesos son pésimos, y los de la negación no lo son menos, así que hay que poner también cierta perspectiva; y reconocer que en los principios, como siempre y con todo, la voz de Maya era dramática y su experiencia era justamente existencial. Ese fue el momento en que ella encontró la densidad suficiente como para alcanzar el vuelo poético, sobre el que sencillamente se sentó después a moralizar; como lo haría cualquier papa del catolicismo [¿la papisa?], desde esa cátedra inflada de los círculos académicos, que viven de la manipulación mediática del público, como el más vulgar de los capitalistas. En todo caso, se trata precisamente de ese énfasis en que el concepto de belleza se trasladó de la forma a la función; y esta, a su vez, a su sentido más práctico y utilitario, incluso cuando eso significa restringir la supuesta función del arte a la vigilancia moral, a despecho de tan grandes artistas que pueden desmentirle el puritanismo. Angelou tendría aquí hasta valor modélico más que propio, porque lo que resaltaría es esa tendencia de la cultura postmoderna a establecerse como un índice de mediocridad intelectual; que después de todo es lo natural en todo sistema político y cultural, en tanto suma activa de convenciones en las que se resuelve la existencia como naturaleza artificial y propia de lo humano. De ahí que esa intrascendencia progresiva que gana al arte no tenga que ser necesariamente un fenómeno negativo; sino que puede tratarse de una adecuación, por la que al fin se supera la sobrevaloración política y económica de ciertos aspectos, y con la que se habría distorsionado a la cultura en su propia función sistémica.


No será gratuito que Maya Angelou fuera norteamericana, como no lo es que el arte norteamericano tienda a ser convencional por naturaleza; y una de esas convenciones suyas, proveniente del origen populista de su cultura, es precisamente el descreimiento de toda función que no tenga valor y sentido práctico e inmediato. De hecho también, es la literatura norteamericana la que culmina la rebelión contra el formalismo en el arte; no importa si eso ocurre a través de las premisas neo formalistas de la vanguardia europea, a la que acuden los rebeldes incendiarios. Maya Angelou, así, se asienta y corona una tradición que ya establece al poeta como profeta al que nadie escucha pero que es más el hipster que el loco de la baraja; una imagen patética, pues su belleza funcional consiste en una retórica seudo idealista con valor psicológico para esa auto ayuda que suelen necesitar constantemente los seres mediocres.  Su diferencia con caracteres ofensivos como el brasilero Paulo Coelho estribaría en que no canibaliza textos  ya establecidos y cree además que lo reflexivo en la literatura se refiere a ese inmediatismo existencial, simplismo por el que debió sucidarse; y no que fuera original ni siquiera en ello, que ya antes y más glamoroso Kahlil Gibrán saca a flote toda la tradición de la poesía, Rabindranath Tagore nos recuerda que hasta eso se puede hacer con más gracia y menos victimismo y los aónimos árabes que puede hacerse con palabras increíbles como la madreperla.
To KIndle

Thursday, May 29, 2014

El puente sobre el Sena

To kindle
El arte existe, lo que pasa es que no tiene glamour; en la vida real, el arte es cosa de artesanos, no de intelectuales, y por eso no posee glamour. Glamour significa valor artificialmente añadido, resaltando proyecciones superficiales; esto es, especulación monetaria y estilo de vida, que es lo que introduce la mediocridad en todo, en tanto convención sobre parámetros de media intelectual. El arte está ahí, pero en los cuadros que nadie te va a felicitar por tener y que compraste en un pueblito pequeño; en los pequeños productores que se acercan con humildad y que son olímpicamente desconocidos por la prensa. Hubo un tiempo en que no fue así, pero cuando la banca descubrió las posibilidades especulativas lo corrompió; y eso fue culpa del esnobismo de las élites políticas, ya desde aquella gloria del mecenazgo de Augusto y los Médicis, que sobornaron a los intelectuales ofreciéndoles la superficialidad de su estilo de vida

...pero el puente del Sena no es divertido, como tampoco lo es la pirámide de París; nada que responda al esnobismo puede ser otra cosa que una propuesta mediocre para hipsters, incluso si son criptohipsters... y nada es inocente con la mediocridad de los graduados, nada es inocente con los graduados; ya antes la Bruguera hizo una performance que consistió en pasar papelitos de cocaína en un party en Colombia.

... Ignacio, a veces no te dan las ganas de no analizar taaaaaaanto todo a tu alrededor? A veces, no te sientas, después de un buen vaso de vino o de algo más fuerte, y te ríes de ti mismo? je je... try it, you'll like it!

No at all, I normally sit down my self wondering how great the oldest came to explain the whole word without the big fraud of the scholarships and universities; that, by the way, only fill the word with bunches of mediocrity and conventionalism. You should know, by side the brutal surrealism, everything is a big fake of everything; no body need to be serious anymore and lose with that the possibility of the real funny reeling in the thru! Come on baby, think at the golden rule and look for something like that in postmodernism.

…como dije respecto al innombrable [P. Cohel...], el problema con la mediocridad es que no es pasiva; es como la gangrena, y cuando aflora es que ya no hay remedio y mejor amputas. 

Nota:
Este libro cuenta con una reseña negativa en kindle, que dice que el libro es ininteligible; nota, si piensa que le interesa el tema no lo va a comprender por la especializaciónd e su lenguaje y análisis; si de verdad le interesa, usted ha desarrollado recursos suficientes para entenderlo, y en todo caso no se atrevería a descalificar un objeto sólo porque escapa a su comprensión.
El puente sobre el río Sena

Wednesday, May 28, 2014

Felicidades Dirty City!

Este post es sólo para celebrar que el blog está a punto de recibir el clik número 40 000, en cuatro años; que como se ha dicho, no sabemos si es mucho o es poco, pero es lo que tenemos, en un formato tan variable y flexible como funcional. Si de algo puede preciarse este blog especialmente es de esa naturaleza suya, casi amorfa; por la que no remedando el institucionalismo moderno no es extemporáneo sino exactamente funcional, como quiere ser. Este blog ya no funciona como una bitácora personal tampoco, sino como un catálogo para las publicaciones de editpar; que siendo mayormente electrónicas, también se extienden a otros ámbitos, como el video, con El Manierista Productions y los servicios de apoyo a otros proyectos similares.
Enhorabuena

Monday, May 26, 2014

El negrismo en Nicolás Guillén y el paradójico esplendor del Cristo

En la muerte de Luis Carbonell
Polémico hasta el extremo, por la naturaleza de su nombramiento como poeta nacional de Cuba, Nicolás Guillén es sin embargo una de las figuras más legítimas de la literatura cubana; y también es trágica, como las de los caballeros antiguos o el desfallecimiento del Cristo con la lanza de Longinos, por su valor sacrificial. El nombramiento mismo es risible, como los esfuerzos que parió el ímpetu modernista en Iberoamérica; pues no es posible, nunca, un poeta nacional, que en su puntualidad excluye grosero la funcionalidad genérica de toda otra poética. De hecho, la exaltación misma de lo poético, cuando insufla legitimidad a los procesos políticos, es algo caricaturesco; remedando la unción eclesiástica sobre los puestos públicos, hasta en esa infuncionalidad e insuficiencia que contiene hoy día, por extemporánea. Los valores de Nicolás Guillén, son entonces de valor estrictamente poéticos; no ya genéricamente literarios, y mucho menos críticos, sino en esa pequeñez gloriosa de lo juglaresco.

En términos estéticos, la poesía de Nicolás Guillén ni siquiera puede relacionarse expresamente con la épica modernista, su más cercano en ese estilo; porque sus preocupaciones formales son otras, aunque el esfuerzo sí haya sido épico, conformándose por el signo de la contradicción. Pervive en él una vena juglar, que lo hace pródigo en amorosas redondillas y madrigales; en eso es modernista y alegre, y excelente y dramático, pero no hierático hasta el punto del nacionalismo estricto, como suele ocurrir con la poesía masculina del Modernismo. Ese otro valor proviene de su discurso, en el que es más intelectual que poeta, y por eso también menos creíble; pero, (gracias a Dios!, en lo que eso intelectual se concretaba como experimentación formal, y no exactamente discursivo.
En ese sentido, su esfuerzo es sólo un empuje más dentro de la revolución experimental del Negrismo caribeño; con esa rara excepción de que él era negro, o al menos se reconocía en ello, con la tremenda dificultad de ser un mulato camagüeyano. Su negrismo, entonces, tiene un matiz poco menos teórico que el de Ballagas, por poner sólo un ejemplo; pues aunque lo que pretendió el movimiento era rescatar de la burla lo burlado en su dignidad, sólo lo pudo hacer atribuyéndole seriedad, como en otra retorcedura teológica de las del Catolicismo, intelectual. 

Obvio, eso anterior no es nunca suficiente, como no lo ha sido al Catolicismo, porque no muestra la faceta no burlesca de eso burlado; aunque esa falencia era inevitable, porque el esfuerzo mismo, más oportunista que oportuno, sólo aprovecha la casual fascinación intelectual con lo primitivo, y es un primer esfuerzo. Sería esa contradicción la que prepare las bases de lo posterior, que encuentra lo lírico y lo formal estricto de lo negro, la negritud como verdadera estética; pero las escenas del cancionero negro de Guillén, que suenan a Cante Hondo por lo curro, todavía recuerdan al Negro Catedrático y a los cuadros de Landaluce. De todas formas no importa, porque con esa atribución manipuladora habría sido que consiguiera la legitimidad, siquiera alguna, torciendo el spot-light sobre el tramoyista; y será sobre eso que Eugenio Hernández y Fulleda León logren su arqueología exquisita, por ejemplo; y más aún, que Martínez Furé pueda demostrar la lírica africana, incomprendida en el pésimo yoruba de los tambores litúrgicos, justo por sus antologías de la poesía africana.

To Kindle
Como esfuerzo poético, el negrismo de Guillén sugiere entonces el fracaso, pues recuerda la humillación del teatro vernáculo, siguiendo con ejemplos; pero eso tendría su sentido parabólico —y por tanto de alcance real—, como en el fenómeno cristiano, donde el Cristo reina justo por su derrota, y su poder proviene del significado de su humillación. Su valor es crístico entonces, y respondería a la exigencia abusadora de Caifás, el sumo e implacable sacerdote; cuya sentencia, iluminada como toda realidad, sólo es comprensible para los que practican ritos sacrificiales, con aquello de que conviene que muera uno para que se salve el pueblo.

Friday, May 23, 2014

El problema con Coelho

…el problema con el señor Paulo Coelho no es personal aunque sí muy personificado, ya que él ha logrado condensar en su figura el horror de la mediocridad en que decae el mundo moderno; que como los viejos que detesta, se pone afeites y paga cirugías caras, con ese anhelo fútil del milagro de la eterna juventud. El problema, básicamente, es una paradoja, pues fraude tan a la vista no debería merecer ninguna atención; pero justo por ese desdén altivo de las élites que disimulan su escándalo, está donde está, sentado en la Academia brasileña; con lo que demuestra que las academias son otro fraude monumental, sólo que no tan obvio como el de su falsedad. El problema entonces consiste en que su mediocridad no es pasiva, sino que se mueve sinuosa aprovechando esos melindres del elitismo; que con temor a ensuciarse las uñas se niega a destrozarlo con aquellos métodos tan eficaces del antiguo imperio chino, y que podían comenzar con el despelleje impío. Lo cierto es que no sólo se sienta en ese fraude menos obvio que es la Academia, sino que lo aprovecha para el ataque vengativo y mezquino; y así arremete contra todo referente que lo pueda negar, como le diatriba tan seria que echó contra el Ulises de James Joyce.

Si la sublime inteligencia de JL Borges queda demostrada en esa modestia con que prefiere decir que no mereció a un autor antes que criticarlo; la bastedad de Coelho reluce con este atrevimiento con que se atreve a medirse con uno de los clásicos con razón más venerados de todos los tiempos. No que le falte razón en el ataque, sino que su valor es reversivo, porque el del Ulises es
precisamente su complejidad; pero para eso tendría que saber que la naturaleza del arte no es la enseñanza ni la comunicación en sí sino la reflexión inteligente, lo que ya es tan complejo que se comprende que le resulte incomprensible. El problema con la gente así es que se cree inteligente, y mata a todo mensajero que le demuestre lo contrario incluso con su indiferencia; y esperar que un mediocre acepte su mediocridad es de una ingenuidad rayana en… lo mediocre, sobre todo en un mundo —como este que ya pasa a postmoderno— que te ha convencido de que todo te lo perdona menos la mediocridad.

To kindle
En realidad, la pasividad de mucho del stablischment  con Coelho podría deberse a la hipocresía con que lo admiran; no tanto por los cochinos dólares que puede atraer con sus ventas de milagrero, como por atreverse a decir lo que ellos mismos piensan pero no se atreven. No que Coelho lo diga por valiente, que esa valentía requeriría de esa inteligencia de la que él carece; sino que lo dice por estúpido y basto… pero al menos lo dice, murmurarán ellos, los miles de maestros y graduados obligados a estudiar autores que no les interesan pero que alguien que amaba esa profesión ató a sus currículums como necesarios. Ahora, esos miles de maestros, que son también periodistas con ganas de subir al podio y estudiantes que se babean ante la posibilidad de salarios indecentes; todo ese ejército de menesterosos no está más obligado a disimular su mediocridad, gracias a ese adalid del Coelho, y podrán imponerlas en la libertad reclamada de los currículos. No está claro que alguien lo sepa, pero cuando Coelho dice una barrabasada de esas, está sancionando desde la Academia; y no es que esta no sea un fraude, sino que es un fraude menos obvio, y es por ello una convención que decide y determina los rumbos de la actualidad en contubernio con esas solapadas corporaciones que son las Universidades y las grandes editoras.

Ese es el problema con el dichoso Coelho.

Tuesday, May 20, 2014

Ricardo Piglia diserta sobre JL Borges

Chely Lima

Monday, May 19, 2014

Criterios

To Kindle
No es que una buena parte de la literatura cubana escrita en Cuba —sobre todo la que “perpetran” los escritores más viejos— se haya vuelto aburrida. El asunto es que se ha transformado en una retórica sibilante, silenciosa, apropiándose de las cualidades de un arrullo adormecedor. Tantos años modulando las voces hasta los límites del susurro ha disuelto las mentes y entorpecido las bocas, lo oídos, las manos, los ha desfigurado al punto de hacerlos producir esperpentos similares bajo la facha de textos literarios, cuyos efectos secundarios están más cercanos a las sustancias soporíferas que al acto creativo.

Ernesto Perez Chang

Wednesday, May 14, 2014

Clase obrera [Iván Cañas]

Esta es "clase obrera", quizás la más clásica e icónica de las fotografías de Ivan Cañas, ya uno de nuestros más cotizados fotógrafos, participante de importantes colecciones. De hecho, clase obrera da título a toda una muestra en que el artista explora el dramatismo existencial propio de esa clase social; explotándolo estéticamente al punto de la sublimidad, desmarcándose de los clishés a que se ha reducido la fotografía [B/w] contemporánea.
Comprar

Tuesday, May 13, 2014

Oscarianas [frag.]

Es absurdo tener una norma estricta sobre lo que hay que leer y lo que no, más de la mitad de la literatura moderna depende de aquello que no deberíamos leer.
Las preguntas nunca son indiscretas, las respuestas lo son algunas veces.
Lo único que sabemos acerca de la naturaleza humana es que cambia.
Cualquiera puede acompañar a un amigo en su sufrimiento, pero hay que ser muy buena persona para acompañarlo en sus éxitos.
Quien mayo distancia guarda de su época es quien mejor la refleja.
Las tragedias ajenas siempre tienen algo infinitamente mediocre.
La caridad es origen de infinidad de pecados.
La base adecuada para el matrimonio es la incomprensión mutua.
En este mundo, las personas felices tienen su valor, pero sólo por contraste; destacan la belleza y la fascinación de los desgraciados.
En este mundo hay sólo dos tragedias, una es no conseguir lo que uno quiere y la otra es conseguirlo; esta última sí que es una verdadera tragedia.
Recomendar austeridad a los pobres es grotesco y ofensivo, es como aconsejar a un hambriento que coma menos.
El hecho de que un hombre muera por una idea no la convierte en necesariamente buena.
Experiencia es el nombre que todo el mundo da a sus errores.
Cada éxito social que tenemos nos proporciona un nuevo enemigo, para ser popular hay que ser mediocre.
Odio el realismo vulgar, el hombre que llame pan al pan debería estar obligado a comer sólo eso, no merece otra cosa.
Los ideales son peligrosos, es mejor la realidad; hiere, pero es mejor.
Una sonrisa eterna es más fatigosa que un ceño perpetuamente fruncido, la primera elimina todas las posibilidades, el segundo sugiere miles.
Un hombre que moraliza es con frecuencia hipócrita.
Son las personalidades, no los principios, lo que mueve a una época.
Es absurdo clasificar a las personas en buenas y malas, la gente es encantadora o aburrida.
Nada es tan peligroso como ser demasiado moderno, uno puede pasar de moda en cualquier momento.
OW
Mucho se han elogiado las paradojas de Wilde, nadie ha dicho que lo verdaderamente estremecedor de las mismas es que son, sencillamente, verdad.
JLB


Sunday, May 11, 2014

Onelio Jorge Cardoso

Subject: Re: Testimonio sobre Onelio J. Cardoso
To: Iggranados@hotmail.com

Tu trabajo, como lo suponía: excelente. Es la clase de análisis que pueden rescatar y demostrar la vitalidad de su literatura. Porque se ha hablado mucho sobre él, mayormente mal. De hecho, leí laValoración múltiple que le hizo la Casa de las Américas en 1989, y es increíble, salvo algunos ensayos, la concurrencia en no decir nada.
En lo personal, creo que el propio Onelio atentó contra sí mismo: en las entrevistas que se le hacían repetía constantemente lo "que había que decir" al evocar el pasado que inspiró sus cuentos, atando su obra y la interpretación de esta a criterios (en los 60) y épocas (en los 70) de tonos grises o negros, como se quiera colorear.
Muchas gracias. De nuevo. No le des a nadie tu trabajo, para que sea exclusivo en la revista. 
Una duda (pues el libro que tengo de Onelio es una selección y no lo incluye todo): cuando relacionas al final los personajes del cangrejito volador y la lechuza déspota, mencionas a la "serpenta". ¿Es serpenta o serpiente?
Carlos V.
Ψ Ψ Ψ Ψ Ψ Ψ Ψ Ψ Ψ Ψ
On Thursday, January 9, 2014 9:59 PM, Ignacio Granados wrote:
Gracias por tus palabras, y creo que tienes razón respecto a la propia actitud de Onelio; probablemente se deba a esa modestia que resudaba en su campechanía, es decir, a la ingenuidad con que creía en la lógica del proceso. Recuerda que la revolución cubana no era sólo un fenómeno político, era también y más fuertemente una estética; la estética del momento, la de la redención total del hombre, la apoteosis del Humanismo; y Onelio era un socialista viejo, que probablemente se habrá escandalizado con sus propios e inevitables desvíos ideológicos. No pienso que fuera acrítico pero sí muy integrado e integral, como una suerte de católico convencido.
Recuerda también que hasta que él regresa del primer viaje al Perú tenía el mismo refrigerador viejo, que entonces pasó a ser nuestro; eso quiere decir que no se le ocurrió la autopromoción en ningún sentido, porque un solo acto es como las células del cuerpo, que contiene todo el genoma de la personalidad y por él se puede reconstruir el carácter. Tanto en el hecho de haber mantenido ese refrigerador como en el que después pasara a ser nuestro, y aún que no fuera una transacción económica, todo eso revela la calidad de su persona. Mi madre podría hablarte muy extendido de eso, hay anécdotas personales.
En cuanto al animal, es serpenta y no serpiente, recuerdo que me llamó mucho la atención cuando lo leí; y luego comprendí que eso era un truco para la construcción misma del personaje como ente dramático. Es probable que Onelio fuera inocente de su extrema sutileza y complejidad hermenéutica; recuerdo una anécdota suya, contada por alguien, de que una vez lo invitaron a una clase de literatura en la universidad, y un estudiante brillante hizo una exposición [ídem] acerca de su narrativa, con esquemas y todo; cuando terminó, su respuesta fue entre asombrada y divertida, con un : ¿Y yo hago todo eso?
Saludos
Ig.

Friday, May 9, 2014

Spot LXXV

Wednesday, May 7, 2014

La paradoja del comercio del libro

To Kindle/amazon
Instituciones son las bibliotecas y los museos, pero no las grandes editoriales, y esto incluso en proporción inversa a su tamaño; lo mismo Alfaguara, Planeta que Norma —ponga usted el nombre—, son corporaciones, que como tales distorsionan las relaciones de mercado haciendo bulling con su gigantismo sobre los productores locales. Hay algo tremendamente inconsistente en lamentar una decadencia de la cultura del libro y desear un éxito editorial de esas dimensiones; sobre todo porque ese éxito, que es mediático, terminará por robar la experiencia que hizo del escribir un acto grandioso. Don’t get it wrong, el resentimiento no es necesariamente envidioso; hay algo de sentido común en desear un crecimiento lento y de simples múltiplos antes que uno atropellado y exponencial, algo que quizás sea modestia pero que es sobre todo cautela.

Eso sí, los ejecutivos y técnicos de esas industrias no se diferencian de los CEO’s de las grandes compañías que nos esquilman; y como Publix o Wallmart, lo que le interesa es el crecimiento arrollador de las ventas, y ni siquiera porque les interese de verdad sino porque viene marcado en las directivas que obedecen. Si es cierto que hay un interés en fortalecer los mercados locales y pequeños, este esfuerzo debería incluir también el editorial; tan sólo porque el libro es también un objeto comercial, y a los únicos que les interesa hacer de él un objeto de culto es a las corporaciones  que viven de venderlo; y así, tal y como se promueven los productos orgánicos debería promoverse cierta organicidad que garantizara la legitimidad del producto que se consume, incluso en literatura.

Tuesday, May 6, 2014

Nuevas de Iván Cañas!

Iván Cañas  con su foto Clase Obrera 
Uno de los fotógrafos cubanos más importantes, Iván Cañas participa con dos fotografías de la antología Urbes mutantes: Fotografía latinoamericana 1941-2012. El libro recoge una amplia muestra de la fotografía regional, y se alzó con el premio del Foto España 2013. Una de las fotos de Iván es clase obrera, un verdadero clásico suyo en el que logra plasmar el dramatismo plástico que pudo derivar en una estética del proletariado con méritos propios; mientras que la otra fotografía, menos famosa quizás, lleva de todas formas ese sello suyo con el que consigue golpearnos en las combinaciones más paradójicas de la belleza para los cánones convencionales; al identificarlo justamente con las clases más populares, proveedoras en ello de ese dramatismo al que es tan afecto el arte.

El Banquete [frag.]

Fritz había vivido bastante luego de la traición de Knetch, y tanto que nunca llegó a morir; sino que un día descubrió que era incorpóreo, sólo un poco más pálido, pero a causa del nuevo carácter nebuloso del que participaban hasta sus ropas raídas. ¡Qué maravilloso el despertar del griego, al descubrir aún su corporeidad detrás del agua como otra densidad también suya! —se dijo tranquilo—; entonces es cierto que el alma no existe separada del cuerpo, sino que es una condición del mismo que lo culmina y probablemente lo realice en su estado más alto. Sí, gracias a Dios —dijo un joven igual de nebuloso, que surgió al lado suyo con un círculo rojo tatuado en la tetilla izquierda—; pero, por otra parte, no entiendo por qué eso sería tan importante. ¿Quién eres?, ¿de dónde vienes? —preguntó Fritz ante el súbito de la aparición del otro, que como un ego había llevado su reflexión donde las lindes en que Diana recibe a los perros de Anteo desangrado—; ¿pero acaso sé yo mismo qué soy ahora para así indagar tu sino?, ¿pues qué otra cosa si no sino condensado puede ser tu pálido rostro jurgitado al lado mío?
Es curioso —musitó Foción—, siempre movemos el eje de Maya con nosotros, sin preguntarnos si con ello no distorsionamos su órbita y con ella numerosos destinos; ahora entiendo la afirmación cabalística de los treinta y dos perfectos, pues cómo si no con ellos corregir constante la tensión de tanto forcejeo. Soy el otro, el vacío del que va a ser y que se ha perdido en sí, es decir, en mí mismo; mi nombre es Foción, que evoca vacío y honduras, el surco que mata o al menos intenta acabar al árbol con sus propios pies, y me he perdido abrumado por la sobrenaturaleza, que invoqué sin pensar que su nombre era Jiribilla, la faz de Dios que nos trueca como un diablillo africano que en definitiva es. Aquí estoy, pues he de esperar a que el que será sea por fin en la materia sofronética, y aceptándome se erotice de tanta plenitud que disfrute de mi amor; que es su propia sabiduría escondida, pues soy la oquedad del universo que fabrica el vacío justo para que quepa. Tú, sin dudas, eres Fritz el bueno, el incandescente, el más difamado de
to kindle
los castalios y probablemente el único que era castalio de cierto; astro giratorio enamorado del satélite misteriosamente a ti regalado. Tu dios, el que te creó, a qué dudarlo, no era Dios sino un demiurgo, pues sólo un usurpante puede recorrer los caminos de forma inversa sin percibirlo; ya que la soberbia es como esos anteojos que uno se coloca al revés para ver a los antípodas como antipáticos. Sí, tienes razón —dijo Fritz—, soy el Tegularius, el que más sufriera la caída de Castalia, porque era la traición de Knetch, es decir, su desamor; como una liviandad que desconoce el espeso dedo de Dios, que es Eros y se diluye a sí mismo en la sola sonrisa de Psique. 

Monday, May 5, 2014

Leonardo Padura gana X Premio Internacional de Novela Histórica

El cubano Leonardo Padura ganó la décima edición del Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, dotado con 20 mil euros; lo recibirá  el próximo 28 de mayo en el salón de sesiones del Ayuntamiento de la capital aragonesa, según informó desde España la agencia Europa Press. Con el título de Herejes, la novela versa sobre un lienzo de Rembrandt, relata una saga de judíos combinando el género histórico con la novela negra; su plan había generado muchas expectativas desde el inicio mismo, dado el auge del autor y la singularidad de su carrera, la primera o una de las pocas en tener esa repercusión internacional en mucho tiempo dadas las políticas culturales del país. Padura ya había alcanzado gran repercusión con El hombre que amaba los perros, en la que ya aventuraba estas inclinaciones hacia lo histórico; que combinado con su interés habitual en la llamada novela negra, hace del suyo un estilo tan
atractivo como complejo. A propósito de Herejes, incluida en la Colección Andanzas de la editorial Tusquets, el escritor Juan Bolea, portavoz del jurado y coordinador del premio, destacó la “calidad literaria de un autor que cada vez escribe mejor“. En Herejes envuelve su historia en el formato de novela negra e invita al lector a “un viaje que comienza con un cuadro de Rembrandt que aparece en La Habana y llevará hasta Ámsterdam”. Otro miembro del jurado, Ricardo Martínez Laínez, ha señalado que “se sale de los límites típicos de la novela histórica y puede leerse también como una novela negra, policíaca”.

Jaime Bayly entrevista a María Kodama viuda de Jorge Borges [Miami /2013]

Sunday, May 4, 2014

Eduardo Galeano dice que no volvería a leer Las venas abiertas de América Latina... Wow!

Una confesión fuerte, un reconocimiento polémico. Eduardo Galeano mató a su obra más conocida: Las venas abiertas de América Latina. Y lo hizo en la II Bienal del libro y la lectura de Brasilia, un lugar donde estaba más que claro que sus dichos no pasarían desapercibidos. 
 
El libro cabecera de todo aquel que adhiera a teorías de izquierda en latinoamérica, se reedita de modo permanente desde su primera edición y hasta fue el obsequio elegido por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para entregarle a su par norteamericano Barack Obama.
 
A 43 años de su edición original, Galeano afirmó que "no sería capaz de leer el libro de nuevo", y agregó que "esa prosa de izquierda tradicional es pesadísima". Luego, confesó que cuando escribió el libro "no tenía la formación necesaria", y que si bien no está "arrepentido de haberlo escrito", afirmó que es "una etapa que está superada". Por si fuera poco, sostuvo que el libro fue escrito "sin conocer debidamente de economía y política".
 
La obra, publicada en 1971, Las Venas Abiertas de América Latina fue prohibida por todas las dictaduras militares del continente y obligó al exilio a su autor. Base de la cultura de izquierda moderna, se hace referencia a ella y a su autor en numerosas canciones, películas y libros. Desde 1997, las ediciones cuentan con prólogo de Isabel Allende. 

  ©Template by Dicas Blogger.

TOPO