Tuesday, April 27, 2010

Boleros perdidos [otra vez Triff]

Monday, April 26, 2010

Cuba, la farsa electoral

Por Armando Añel

Según Ricardo Alarcón, presidente de la llamada “Asamblea Nacional del Poder Popular” cubana –órgano concebido para camuflar el ejercicio ilegítimo del poder por la oligarquía castrista, y que este domingo 25 de abril, a nivel de municipios, celebrara la farsa “electoral” que la justifica como institución—, la democracia real es sinónimo de utopía. Para el funcionario, en Cuba se ha elaborado una fórmula “más creadora, más autóctona” en comparación con las típicas fórmulas de participación ciudadana vigentes en Occidente.

“El sistema nuestro tiene una serie de virtudes, de ventajas. Su desafío es el de todo sistema político: la democracia es necesariamente representativa”, considera el ex ministro de Relaciones Exteriores. Alarcón entiende que sólo se puede enfrentar ese desafío desde una sociedad igualitaria, como supuestamente lo es la cubana, “en la que se establezca un nivel de control de los elegidos por los electores, un nivel de participación en el gobierno de aquellos que eligieron a sus representantes”.

Pero esa es, precisamente, una de las fallas originales del sistema seudo electoral implementado en Cuba a partir de 1976: los electores, e incluso aquellos elegidos que no pertenecen al primer anillo de poder, carecen de las prerrogativas necesarias para influir, controlar o rectificar las decisiones de la nomenclatura, sobre todo de los hermanos Castro.

Son incontables los errores de bulto cometidos por Fidel Castro y sus más cercanos colaboradores durante medio siglo de totalitarismo. Y de todas clases. Muchas de estas chapuzas podrían figurar, con destaque, en una antología del absurdo político. Sin embargo, los responsables directos de las mismas, que han costado decenas de miles de vidas y miles de millones de dólares, aquellos que dieron las órdenes, que concibieron el desastre, que implementaron el disparate, continúan cómodamente apoltronados en el sillón del poder. Ningún elegido, mucho menos elector, ha podido ni podrá, mientras el actual sistema persista, llevarlos ante la justicia o ejercer algún nivel de control sobre sus decisiones. Este domingo en Cuba no se votó por verdaderos representantes del pueblo, sino por futuros miembros de un “parlamento” circense que aprueba por unanimidad, invariablemente, todas y cada una de las directivas castristas.

En cualquier caso, ¿qué transparencia o legitimidad pueden tener unas “elecciones” en las que sólo participa un partido político, en las que quienes recuentan los votos son miembros y directivos de organismos oficialistas o afines al oficialismo, en las que a la disidencia se le impide hacer campaña abierta e incluso se le persigue y encarcela, en las que quienes osan apoyar en público a esa disidencia son marginados socialmente, en las que todas las herramientas de divulgación e información están únicamente en manos del único partido participante, en las que durante cincuenta años un mismo clan ha sido “elegido” regidor de los destinos nacionales?

Por otro lado, es simple refutar, recurriendo a ejemplos concretos, la afirmación de Alarcón de que el control de la ciudadanía sobre los gobernantes es una ficción en las democracias occidentales, particularmente en Estados Unidos. Basta con echarle un vistazo a la historia contemporánea de este último país. En 1974, tras desencadenarse el proceso de su destitución, Richard Nixon tuvo que renunciar a la presidencia a propósito de una investigación periodística. En 1998, Bill Clinton fue obligado a declarar ante la justicia luego de que emergieran detalles de su relación con la becaria Mónica Lewinsky. Imaginemos qué le hubiera sucedido en Cuba a la mujer que revelara las intimidades de Castro, o a los periodistas que osaran iniciar una investigación en su contra.

No hay democracia perfecta, ciertamente –tampoco lo es la estadounidense—, pero mucho menos representatividad real cuando quienes supuestamente votan a sus representantes carecen de los más elementales derechos. Si como dice Alarcón –Doctor en Filosofía y Letras— la democracia es necesariamente representativa, entonces en Cuba no hay democracia: no puede haberla cuando la sociedad no es capaz ya no sólo de controlar a sus gobernantes, sino siquiera de elegirlos.

Sunday, April 25, 2010

Iboru Boya

Entrevista con un babalawo [Obara-Nlá]

La cuestión del velo islámico en Occidente

Tomado de El blog de Federico

Que los islamistas reciban el apoyo del PSOE es, dada la degeneración política de la Izquierda europea, lamentable pero normal. Que algunos católicos y encima liberales parezcan coincidir con los islamistas y nada menos que en nombre de la libertad y de la lucha contra el PSOE es uno de esos disparates reservados para sociedades desnortadas o en quiebra.

Saturday, April 24, 2010

Alfredo Triff

Erótica, el trailler

Remember November!

Tuesday, April 20, 2010

¿Difuntos en diamantes?

En la naturaleza todo se transforma...

Cuando algún ser querido fallece, la moda ahora es, convertirlo en Diamante en vez de enterrarlo en un ataúd o cremarlo. Se le garantiza al fallecido que tendrá reservado su lugar en la eternidad bajo la forma de un diamante humano al costo de alguno millares de euros, gracias a un sofisticado proceso de transformación física y química, que realiza una empresa suiza. En Suiza, la empresa Algordanza recibe a cada mes entre 40 y 50 urnas funerarias procedentes de todo el mundo. Pacientemente su contenido será convertido en una piedra preciosa."Quinientos gramos de las cenizas bastan para hacer un diamante, en tanto que el cuerpo humano deja una media de 2,5 a 3 kg después de la cremación", explica Rinaldo Willy, uno de los co-fundadores del laboratorio, donde las máquinas funcionan 24 horas al día sin interrupción. Cada difunto puede generar unos 5 diamantes, o más, para poderlos distribuir entre toda la familia. Los restos humanos son sometidos a varias etapas de transformación. Primero, convierten el carbono en grafito. Luego son expuestos a temperaturas de 1.700 grados , que al final le transforman en diamantes artificiales en un plazo de cuatro a seis semanas. En la naturaleza, el proceso lleva milenios."Cada diamante es único. El color varía del azul oscuro hasta casi blanco. "Es un reflejo de la personalidad", comenta Willy. ¡La personalidad por color!

Una vez obtenido, el diamante bruto se pule y talla en la forma deseada por los familiares del fallecido para después poder usarlo en un anillo o en un collar. Si le preguntan sobre el fallecido va a poder decir: "Él es una alhaja". El precio de esta alma translúcida oscila entre 2.800 y 10.600 euros según el peso de la piedra (de 0,25 a 1 quilate); lo que, según Willy, vale la pena, ya que por ejemplo, en Alemania, un entierro completo cuesta 12,000 euros. Estás viendo, la moda tienes de todo para escoger, y hasta convertir un difunto en alhaja es más barato!

La industria del "diamante humano" está en plena expansión, con empresas instaladas en España, Rusia, Ucrania y Estados Unidos. La movilidad de la vida moderna es propicia para el sector, explica Willy que destaca la dificultad de disponer de algún sitio, para una urna funeraria o la "incomodidad" provocada por tener que guardar las cenizas del fallecido en la propia casa.

Una posición de fuerza


Por Armando Añel


Como casi todo el mundo sabe, la libre entrada y salida de la República de Cuba le está vedada a los ciudadanos cubanos: los ciudadanos cubanos necesitan un permiso expreso del gobierno de los hermanos Castro para entrar a y salir de su propio país. En el caso de los cubanos residentes en el exterior, deben obtener un permiso de entrada estampado en su pasaporte: esta especie de cuño los autoriza a permanecer treinta días en Cuba –prorrogables a otros treinta- y su tramitación puede demorar varios meses (el pasaporte cubano debe renovarse cada dos años). En el caso de los residentes en el interior de la Isla, necesitan un permiso de salida o “Carta Blanca” que habitualmente el castrismo niega a los profesionales, a los jóvenes en edad militar, a muchos disidentes y, en general, a quien se le ocurre.

Lo de la famosa Carta Blanca parece de otro mundo. Cuesta unos 150 dólares en moneda convertible, prácticamente el salario anual de un trabajador cubano promedio o, para establecer una analogía proporcional en Estados Unidos, más o menos lo que le costaría a un cubanoamericano un auto nuevo si estuviera dispuesto a pagarlo al contado. Por añadidura, dicho permiso sólo tiene vigencia por un mes, prorrogable durante otros once. Por cada mes adicional, el interesado debe abonar 150 dólares extras. Si al cabo de los once meses reglamentarios el ciudadano cubano no ha regresado a la Isla, las autoridades pueden confiscar sus pertenencias. Inclusive su propia vivienda. Inclusive los muebles y equipos electrodomésticos en uso en su propia vivienda.

Entre las reformas insinuadas por la dirigencia castrista durante los primeros tiempos del raulismo, o reclamadas por voces afines a la dirigencia castrista, figuraba precisamente la de restaurarle a la ciudadanía el derecho fundamental de circulación. Incluso el cantautor Silvio Rodríguez, cuya reciente polémica con Carlos Alberto Montaner levantara ronchas en el campo oficialista, miembro él mismo de la llamada “Asamblea Nacional del Poder Popular”, ha asegurado que “el permiso de salida y de entrada debería abolirse completamente. Es una cosa que se hizo con otro destino, por otras razones, y ha sobrevivido durante demasiados años en Cuba, y yo no creo que tenga razón de ser”.

Las razones de esa supervivencia son las tradicionales y la premisa fundamental, por supuesto, ha sido desconocer los derechos elementales de la ciudadanía. Históricamente, el castrismo se ha valido de estos permisos de entrada y salida para controlar y/o manipular a la población, como se ha valido de tantas otras disposiciones y violaciones. Dado que su destino está en manos del Estado totalitario –juez y parte en prácticamente todos los aspectos de la vida nacional-, el ciudadano cubano apela a su discreción y sometimiento a las autoridades para asegurarse la posibilidad de escapar del paraíso del proletariado (para asegurarse, en general, desde un empleo hasta un plato de comida). Adicionalmente, por concepto de recaudación, no es poca la moneda dura que estos trámites introducen en las arcas del gobierno.

De cualquier manera, a pesar de los lamentos de Rodríguez y de otros “reformistas” por el estilo, parece poco probable que el permiso de salida –tampoco el de entrada, y por razones similares— vaya a ser abolido por el régimen. Y no es que no pueda ser eliminada formalmente la figura de la Carta o Tarjeta Blanca: es que la última palabra en relación a la salida del país de un ciudadano cubano la seguirá teniendo, subrepticiamente o no, el castrismo. En ambos casos, a la entrada o a la salida, La Habana continuará fiscalizando el proceso. Ni entrarán los que a la policía política no le conviene que entren, ni saldrán los que la dirigencia no quiere que salgan. Tan sencillo como eso.

Monday, April 19, 2010

La Política Cómica

La Sospecha


Ahora que la oportuna muerte de un chileno opacó los últimos esfuerzos de la disidencia cubana, conviene hacer un recuento; una simple mirada de balance, a ver si por fin esta especie tan especial se da cuenta y deja de tropezar con la misma piedra. En positivo, se lograron cosas nunca vistas, como las firmas de la vistosa élite artística*; que tan proclive a la izquierda convivía en forma desvergonzada con el crimen institucional cubano. Pena que —siempre hay un pero— semejante logro se empañara con el afán de protagonismos; que siempre es lo que arroja suspicacias sobre todo proyecto, socavándolo en su eficacia. Esta vez, sin embargo, la culpa no recaería en los típicos sino en las víctimas de siempre; no ya por la sospechosa reincidencia, sino porque las protestas no tuvieron en cuenta que aunque defectuoso, ese fue el proyecto que se pudo lograr; ese fue el que obtuvo resultados, y ocurrió como ocurrió, porque así se les ocurrió a quienes pudieron llevarlo a cabo.

De otra parte, como cuando el argentino asesino escribió en su diario que ya era de nuevo él; así mismo se dio la denuncia vertical sobre quién no firmó, revelando el mismo oportunismo revanchista de las asambleas políticas en Cuba. Shame on you!, chivatones oportunistas; porque es eso mismo lo que revela sus debilidades, por más verticales que luzcan o se alcen. Todavía, un bloguero exaltado avergonzó a los amigos que se negaron a firmar; expuso en un video sus palabras en el contestador telefónico, al tiempo que pasaba imágenes de la represión a las damas de blanco. Pero ese bloguero inflamado de patriotismo no sabía quizás que estaba utilizando los principios de Goebbels sobre la propaganda revolucionaria; esa de la que supuestamente él salió huyendo, aunque ahora queda la duda de si lo que le molestaba era ese chantaje político constante sobre la persona privada y su derecho. Grave es que nadie protestara sobre esos hechos, porque dice mucho del pueblo que en libertad vota; que es en definitiva el derecho último que se reclama, el de la libertad individual.

Para más adelante quedará ahondar estas cuestiones, investigar en ese fascinante embrujo de lo político que mata a los artistas en su olor de multitudes.

*: Ya va siendo hora de separar lo "artístico" de lo "intelectual", a ver si la pérdida de glamour ayuda en las labores de limpieza.

Sunday, April 18, 2010

Cuba Inglesa

Llegas del segundo trabajo, a las 2 am [es el sueño americano], y te encuentras con la noticia; porque la crisis, que no es de crédito, llegó a afectar el paraíso, el oasis. Cuba Inglesa, el blogg más activo, funcional, poderoso y efectivo de la blogosfera cubana, anuncia su cierre; sus razones tendrá el editor, y habrá que respetarlas, pero también tendremos que vivir sin eso. Cuba Inglesa era el blog que no nos permitía descansar en nuestros ensueños, era la realidad que nos rodeaba; y no sé si sepan lo que era eso, el fragor del comentario anónimo, donde se respiraba la ira y la alegría, tanto las ajenas como las propias.

Es probable que el editor sí debiera haber defendido más su proyecto, pero eso supone un heroísmo siempre desanconcejable; establecer criterios y selección, delegar funciones, arbitraje, es posible. En todo caso, ese es el blog que tuvimos, el mejor, el más abierto y generoso; nos quedará una novela y el recuerdo de una experiencia formidable, porque "nacer fué ahí una fiesta imnombrable". También cierta posibilidad para la picuencia, porque Cumberland vive en el corazón de todos los thamacunenses.

Como último, una muy humilde petición que creo debida; un homenaje al comentarista anónimo, al sucio, al bueno y al malo, porque Cumberland también es nuestra.

Saturday, April 17, 2010

¡Lo último en tecnología.... cñok!

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