Wednesday, February 29, 2012

Great news from MDC!

No importa lo conocido que sea el Miami Dade College por su presencia e influencia en la comunidad, incluido el patrocinio de la Feria del Libro [FIL] más importante del país; el pasado martes 28 de Febrero tuvo un acto insólito en toda su historia, muestra de que nunca es tarde para crecer, y que el College —como se le conoce— se toma muy en serio esta presencia suya y sus propósitos. Se trató de un almuerzo ejecutivo con la prensa y divulgadores en general, y en el que el College mostró su trabajo y los planes de su Departamento de Asuntos Culturales [CAD]; siendo ya grandioso saber que el College por fin cuenta con un departamento así, capaz de coordinar todo su extenso trabajo en este sentido; no sólo una serie de proyectos semi autónomos con más o menos suerte, que dependiendo del carisma y la influencia personal no se salvan de la sospecha.

El trabajo del College en este sentido es complejo, en una comunidad tan sensible por sus problemas de arraigo; porque al ideal del multiculturalismo hay que relativizarlo con la realidad de unos inmigrantes con mucha incertidumbre e inestabilidad cultural, económica y política. Es en el servicio a esta comunidad que surgió el College, y que ha desarrollado una incidencia cultural digna de todo reconocimiento; comenzando con la Feria Internacional del Libro, pero extendiéndose por todo ese espectro que nos prestigia, y que incluye una red de galerías de arte y un centro literario; además del nunca suficientemente realzado Teatro Prometeo, y la inolvidable serie Cultura del Lobo, que habla de nuestra singularidad sincrética. La complejidad viene también de la naturaleza institucional misma del College, sujeta a cierta burocracia y siempre sospechosa de personalismos; pero es a esta contradicción a la que responde un departamento de estas características, cuando ya la madurez exige otro nivel en las relaciones con la comunidad.

Es obvio que se trata de un cambio —para empezar, Cultura del Lobo se llamará ahora Luces sobre Miami— y no sólo de estrategia, probablemente también de paradigma; muy loable, y sin la injusticia de subvalorar a todas esas individualidades que sacrificaron sus propios recursos e influencias para lograr lo que es hoy ese departamento. La cultura en el College ya no es un proyecto de nadie en particular, pero para eso tuvo que serlo de varias personas; porque todo sistema depende del sacrificio de individuos capaces de hacerse a un lado en el momento oportuno, pero también de darlo todo cuando les es requerido. Cultural Affairs es sin dudas un renacimiento, pero todo renacimiento precisa de una materia previa; y esta inflexión bienvenida es sólo la prueba del hombro que han puesto hombres y mujeres para el impulso de Miami, con el rostro casi anónimo de la institución más preciada de la comunidad.

Especiales gracias deben darse a Alina Interian, que mantuvo a la FIL con lo que pudo y como mejor se podía; igual que a Teresa María Rojas, que logró insertar al College en la escena del teatro local con un proyecto tan suyo como el Teatro Prometeo. Miami debe reconocer tanta individualidad capaz, al tiempo que se apresta a lo que viene, orgullosa de su memoria; porque un departamento así, de la mano de un equipo que sabe valorar su dependencia de los medios, merece toda la confianza del mundo y surge de un pasado también glorioso.

Tuesday, February 28, 2012

Miami naked in black [el video]

Sunday, February 26, 2012

Humor corrosivo

Unos se fingen de esculta piedra mientras te copian los movimientos y las estrategias, lo que demuestra alguna sabichosería ya conocida; otros te copian los tips para involucrarte en sus francachelas, lo que denota total estupidez. Ninguno —pero ninguno, y eso es terrible como un merovingio que descubriera el porvenir— vive enamorado de sí mismo, inmerso en el más total onanismo; ninguno podría enfrentar su espejo sin la experiencia horrible de Quetzatcoalt, dígase que con la altanera gentileza ultrajada de un monje ilustrado en el siglo XVIII de la gloriosa Francia.

La verdad es la verdad, musita el mismo monje mientras dibuja su parábola en la noche humeda de Nortumbría; todo el mundo la sabe aunque nadie la diga y hasta le vuelvan el rostro un poco enrojecido, porque si conocen la verguenza aunque la desdigan.

Monday, February 20, 2012

Cuba en el sorprendente espejo

Que Miami es un reflejo de Cuba es ya una perogrullada, no así la separación de la persona que decide en cuál de los países habitar; si en la cruda realidad de Cuba —por ejemplo— o en la menos cruda pero distorsionada de Miami. Nunca tan patente el conflicto como respecto a los artistas e intelectuales cubanos, que viven el dilema de reproducir o no sus hábitos culturales; porque vivir culturalmente en Miami es un conflicto superpuesto al de la vida diaria, un poco más simple. Es apenas natural que un exilio trate de reproducir sus instituciones culturales, que en definitiva son la tradición que lo conforma; pero es un poco más complejo cuando tales instituciones responden a la función política de la que se exilia la persona, porque la situación se hace un poco esquizoide.

Es así que la institución privilegiada de los artistas cubanos es lógicamente la que fue el epicentro de sus vidas pasadas, no importa si pertenecieron a ella o no; y no se trata ni siquiera del Ministerio de Cultura, que por razones obvias y de presupuesto es irreproducible, aunque algunas del exilio logren imitarlo. Pero la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba era la consagración que obviamente nadie quiere perder, ni siquiera los que no la alcanzaron; y es así que es la institución más reproducida, claro que a menor escala —problemas de presupuesto también, y de relevancia política, claro—, incluyendo la sublimidad de sus jardines tertulianos.

Que con esto se ponga el énfasis en lo esquizoide es lo de menos, ya se sabe que el ser humano es básicamente irracional [¿Sturn un Drag?]; sobre todo si —sí, Sturn Un Drag— resulta artista, sobre todo poeta, muy dado a los dilemas del Ser o no Ser [de Factum], con todas las compulsiones que eso conlleva. Que paradójicamente no sea del colectivismo de lo que se huyó no es grave, que el Ser es casi todo la tradición que lo conforma; pero sí un poco cansina esa falta de originalidad existencial, por la que la vida ha de reducirse siempre a la elaborada imagen, sin acceder nunca a la grandeza del acto.

En Cuba, al menos, siendo más impersonal la relación entre autores y visibilidad, quedaba más disimulada la verdadera y decepcionante ansiedad del autor; esto es, que se hable de él, que se vea cuán interesante y brillante es, que el mundo quede atónito ante su [supuesta] grandeza. Como todo lo que cruza los límites del espejo, el exilio le resta consistencia y credibilidad; pero como un zombi no se entera nunca ni siquiera de que traspasó el espejo, y persiste en esa exigencia de misas espirituales que le permitan el espejismo de esa propia aunque siempre supuesta grandeza suya.

Sunday, February 19, 2012

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Thursday, February 16, 2012

Humanismo-II [La historia...]

Siempre puede jugarse a la culpar a la Iglesia —esos muros— del entorpecimiento del Realismo, y por consiguiente de su evolución ética al inmanentismo hedónico; pero eso es necesariamente injusto, porque la Iglesia no puede consentir en su ilegitimación —nadie políticamente cuerdo puede hacerlo—, y eso sería precisamente lo que hubiera significado su ruptura con el neoplatonismo agustiniano. Quizás alguien recuerde que el mismo San Alberto Magno era un clérigo muy consecuente e institucional, tanto como su discípulo Santo Tomás de Aquino; y con esos padres tan débiles, mal tendría que irle al Realismo como para pretender convertirse en el referente epistémico de tan álgida época. El heroísmo de tales padres estriba en haber vivido su propia contradicción, poniendo las bases [epistemológicas] en la reconstrucción del referente; teniendo en cuenta que el referente a reconstruir no estaba destruido sino fuerte y rozagante, casi que en sus mejores momentos, gozando de una patrística recién clausurada con Agustín y un inmenso martirologio.

Ya debe saberse que los martirologios suelen ser una dificultad muy molesta, pero en aquella época eso no estaba tan claro; de modo que si difícil era oponerse al deslumbre de una retórica como La ciudad de Dios [S. Agustín], más difícil debe haber sido decir lo contrario sin oponerse. Siendo ese el caso de los santos padres Alberto y Tomás, no extraña que el último desfalleciera pensando que lo que había pensado era paja; el único capaz de comprender el entuerto era tan incomprensible que fue llamado Doctor Subtilis, un franciscano demasiado rebuscado para los hábitos de toda cultura, incluso la contemporánea. Así pues, nada más natural que con el triunfo del capitalismo el inmanentismo se despreocupara de tanta trascendencia; después de todo era inmanentista, como es lógico, y no dado a esas cuestiones complicadas y sutiles de la trascendencia.

Sólo que con el desinterés capitalista no desaparecería el de las Universitas, que bien pronto descubrieron las ventajas de la tutela del estado; así que, muy naturalmente también, no es extraño que aprovecharan dicho desinterés e insistieran en lo del Humanismo. Una de las salidas más hipócritas esa del Humanismo intelectualizado, porque se trataba de sustituir a la Iglesia en la administración del patrimonio intelectual de la cultura; pero hay que reconocer que es muy consecuente también y que responde al espíritu [pragmático] de la época. Después de todo, si nadie políticamente cuerdo accede a su desligitimación, por qué actuarían las Universitas distinto de la Iglesia; lo que es una buena pregunta también acerca de la honestidad de artistas intelectualizados y políticos, que vienen ya siendo lo mismo.

Wednesday, February 15, 2012

El -Book en la cultura contemporánea

La decadencia o no de la Modernidad exige debates enjundiosos y poco felices, en los que es difícil llegar a una conclusión; pero no así la ponderación de los fenómenos en que evoluciona esa cultura, sea reconocida como Moderna o Postmoderna, decadente o pujante, da igual. Uno de estos fenómenos es el de la práctica de la literatura, perdida en el interés social y político desde el Realismo crítico; no importa la respuesta tan virulenta como circunstancial desde los románticos, que sólo enrarece las críticas con la frivolidad del criterio personal. De cualquier modo, como toda práctica, esa ha sido distorsionada por la intervención de la industria; que concentrándose en el consumo como su único interés real, no desdeña mecanismos, por reprobables que sean.



De ahí la poca credibilidad de un mundo en el que ya los artistas exigen ser reconocidos por un epíteto que antes les resultó ofensivo; como ese de intelectuales, que junto a la presencia mediática es capaz de corromper hasta almas a prueba del dinero. El resultado al final se reduce a saturación de mercado, no tanto a la relativa y siempre cuestionable autenticidad del arte; porque esto último, como otra floración de suprematismo ideológico, se diluye en su propia irrelevancia. En definitiva, lo que existe ya existe, independiente de que lo merezca o no, por el sólo hecho de que ya existe; así que el problema sería el diseño de unas relaciones de mercado a salvo en lo posible de la manipulación mediática, que es lo que permite el casi anonimato solipsista.


Es a esta circunstancia que le ha ocurrido el libro electrónico, como el recurso instrumental de la nueva era; que no es alternativo sino integral, sólo que esa integralidad suya se refiere a la nueva relación del mercado y la cultura. Como dificultad, que el mercado se resuelva en los casi monopolios tecnológicos de dos modelos de lectores electrónicos; que incluso no sólo son incompatibles, sino en el que uno es además una apuesta del viejo modo por insertarse en el nuevo. Más allá de eso, y de que los mediadores no han perdido el cinismo depredador ni la pretensión de trascendencia, la presencia mediática ha vuelto a ser irrelevante; y la preciosa singularidad estriba en que, si al comienzo esa irrelevancia era por defecto, ahora es siempre natural.


El consumidor ahora consume lo que le interesa, no importa lo que decida montar la ya corrupta prensa; que queda por fin como un placebo para vanidosos, dejando la realidad para los más interesados. Al fin y al cabo, el éxito fue siempre comercial y precario además de secundario, también en el viejo modo; que las luces son para luminarias, y no está bien disputarse con ellas el espacio que les pertenece.

Humanismo-I [La historia del...]


Si el Humanismo moderno se hubiera gestado a la sombra del renacimiento italiano, quizás hubiera sido más realista; hasta es probable que el Realismo tuviera más suerte y deviniera en el referente epistémico para la ética, que así hubiera sido más felizmente hedonista. Pero desgraciadamente el Humanismo moderno se gestó mucho antes, durante el Renacimiento merovingio; es decir, era de corte ideológico, y respondía a manipulaciones políticas, como aquellas para separar a la sociedades de una vez de la tutela religiosa. No es que eso no fuera necesario, después de todo esa tutela sí era perniciosa, con una Iglesia dispuesta a imponer la realización del Reino de Dios; por lo que, de modo muy práctico, el dilema no fue la viabilidad y certeza sobre esa realización, sino el papel de los príncipes en la misma.

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Quién gobernaba a quién parece haber sido la cuestión, y por consiguiente a ello se ajustaron las retóricas y las justificaciones; y que la mediación ocurriera por las incipientes Universitas tampoco es extraño, desde que eran la única institucionalidad intermedia entre el clero y los príncipes. Como resultado de eso, la cuestión no pasó nunca por la realidad [actual] de los más afectados, sino que se concentró en su trascendencia; lo que también se entiende si, desde todo punto de vista, la trascendencia era el único propósito creíble en aquel contexto. Fue un logro, en todo caso, que el clero tuviera que avenirse a un asiento a la derecha del trono; que ya, como ganancia indiscutible, era laico, aunque aceptara en las negociaciones el protocolo de la legitimidad en el vínculo religioso. Si en semejante complejidad los humanistas incipientes hubieran propuesto el Hedonismo simple y duro, ni modo que se avanzara tanto; porque habría carecido de toda credibilidad —siempre ese dichoso contexto epistemológico— en una cultura que aún ensayaba su laicismo, y cuyos pasos eran inevitablemente torpes. 

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En todo caso, gracias a semejante desfase —porque la historia suele ser diacrónica—, los capitalistas europeos se pudieron consolidar como alternativa sólo al amparo ético del Estoicismo cristiano; y que gracias a eso la hipocresía haya permeado y corrompido sistemáticamente las relaciones políticas a lo largo de toda la Modernidad no demerita a aquella necesidad apremiante, que los merovingios resolvieron como mejor pudieron. No es justo culpar a la Filosofía de su retardo respecto a las realidades históricas, si la referencia epistémica se extrae como estructuralidad lógica de las funciones relaciones en que se da la actualidad. De ahí que sus resultados propios siempre sean a posteriori de los fenómenos que explican, igual que el error continuo de toda propuesta que se adelante presurosa; como la del Marxismo, por ejemplo, que tuvo que elaborarse desde el referente crítico del Idealismo [Objetivo], y por ende también sujeto a la única ética creíble, que siendo la Cristiana [institucional] es también Estoica.

Tuesday, February 14, 2012

¡Humanismo 3 en 1"

La historia del humanismo moderno en tres artículos, conteniendo tesis, antítesis, síntesis y contrasíntesis; porque si no es grandiosa, no es metatranca. ¿Es desmontable el Derecho Moderno?, sí en la escuela memorable del gran Isaac Asimov, que puede ver los problemas del Hedonismo en la Modernidad. Porque recuerde: Si no es grandiosa, no es metatranca.


Letra pequeña: Este es el tipo de análisis que usted puede encontrar en un e-book de El Manierista

Monday, February 13, 2012

Et in Arcadia, ego...

Sunday, February 12, 2012

Ética en el Hedonismo

Es muy difícil reducir a la obediencia
a quien no busca mandar
[...]



Son obviamente las reducciones ideológicas las que insisten en una ética de tipo estoicista, porque admiten la manipulación política; en ese sentido corporativo tradicional a la sociedad, que condena el individualismo, incluso si retóricamente apela a la excepcionalidad individual. De ahí probablemente provengan las innúmeras contradicciones que han marcado a la Modernidad, sobre todo en el populismo de sus discursos políticos; que siempre insisten en condenar el hedonismo como una consecuencia del egotismo capitalista, incluso cuando apelan a esa tan temible excepcionalidad de lo individual con sus metafísicas de falso trascendentalismo.


Una ética neo-hedónica, contrario a ese estoicismo tradicional y recurrente, partiría de esa misma excepcionalidad; pero con la salvedad, claro está, de que algunos somos más excepcionales que otros. Esto último, también queda claro, dependiendo de la conciencia sobre esa excepcionalidad; de la que dependería el nivel de suficiencia individual, y por ende la capacidad de realización [potencial] en Acto. Contrastando con eso, las metafísicas populares, de corte pseudo religioso, postulan una excepcionalidad fallida; pues justo porque recurren a la igualación por defecto se limitan a la proposición repetitiva de unas máximas morales; cuya misma recurrencia evidencia su falla, en tanto ha sido sistemáticamente incapaz de algún resultado concreto en dos milenios.


Obviamente también, de ese esquema se excluyen las individuales más excepcionales de esos dos milenios; que habrían alcanzado ese grado de excepcionalidad justo en su hedonismo, lo mismo si son místicos que políticos; pero que diluirían esa excepcionalidad suya, incluso proporcionalmente, en la misma contradicción lógica en que se convierten en propuestas modélicas. El ser excepcional sabe que es su supuesto defecto el que lo singulariza, pues la excelencia es el patrón de regularidad; pero el ser que se atiene a ese supuesto defecto suyo respeta su propia e incomprensible compulsividad, y por ende no se niega nunca.
Ojo al pillo, que no es una licencia para matar, pues quien se acepta ni miente ni manipula; no quiere lo que no necesita, y de ahí que no tenga que recurrir a los atajos de lo ajeno, ni mucho menos a la violencia criminal que ya es toda mentira y manipulación. El ser hedónico, en su excepcionalidad, sabe que la realización personal es un concepto relativo y exclusivo suyo; y que si se le condiciona con el método y el reconocimiento, pues ya no es una realización suya sino de una imagen suya. La diferencia del ser hedónico realmente excepcional sería que vive eso como su realidad, en vez de exigírselo como excelencia lógica; y de ahí su despreocupación al respecto, hasta el punto de no perderse en los atajos inhibitorios de la falsa modestia, deviniendo en el impúdico Narciso que puede gozar hasta su propia soledad o tristeza; se arroba siempre en su propia decencia, porque sabe que su individualidad no ha sido distorsionada.

Thursday, February 9, 2012

Obama y el fin del estado moderno

Puede que atendiendo a la evidencia de su excepcionalidad, pero cuando Carlos Marx previó que el Socialismo posiblemente llegara primero a Estados Unidos que a otras partes podía no estar equivocado. Después de todo, sí es cierta esa excepcionalidad, por la que Estados Unidos pudo concretar lo que se frustraba constante en la anquilosada Europa; en la que las revoluciones se sucedieron sin lograr imponer la pica de una Modernidad total y sistemática, hasta que el modelo retornó como reflejo del How to make norteamericano. La previsión de Marx, también, probablemente se refería al proceso de socialización paulatina de la estructura política; es decir, a su desjerarquización progresiva, la ampliación de su base o dimensión horizontal, frente al verticalismo de la monarquía tradicional.

El problema es que el modelo final puede ser lo problemático; si bien también ineludible, porque el desarrollo de la clase media era inevitable con la industrialización; así como también es inevitable la depauperación que la degradaría, aunque sólo sea por la correspondencia entre los ciclos de auge y decadencia. El Camino de América habría sido así también hacia el Socialismo, sólo que sin grandes saltos adelante; más bien poquito a poco, que es como suele ser más efectivo el desarrollo de los fenómenos históricos. Es en este punto que se entiende la tensión crítica de la nueva Guerra Fría que tiene al país halándose las greñas; con un partido demócrata que no ceja en su chantaje político y uno republicano que no sabe cómo parar los golpes, aunque ninguno de los dos gane nada en definitiva.

La última escaramuza, que ha puesto a los demócratas a la defensiva, no augura nada bueno para nadie; porque la torpeza de esa cláusula del Obamacare que atenta directamente contra la libertad de conciencia, es sencillamente el colmo. Es con estos ejemplos que se comprende por qué los demócratas no han podido presentar a nadie interesante desde Bill Clinton; también que sólo puedan predar en la misma incapacidad de los republicanos para poner la alternativa, ¡desde Ronald Reagan! Intelectualismo absurdo Vs Fundamentalismo banal debería ser el titular de las últimas contiendas políticas; en las que sin embargo, los demócratas serían los más golpeados con sus propios golpes, víctimas del fuego diz que amigo.

El problema estaría —podría estar— en que el modelo Marxista carece de la excelencia que pregona, lo que no es nuevo; y no precisamente por su ineficiencia económica, que ya es escandalosa, sino por su profunda inhumanidad intelectual. Después de todo, el Marxismo no es un Realismo sino un Objetivismo [Idealista] extremo; olvida que el hombre no es ni objeto ni objetivo, sino apenas un puñado mal amasado de compulsiones mal organizadas; al que sólo una visión hedónica podría comprender, y no esos reflejos distorsionados de una misma moral estoica con que se agreden los contendientes. It's not the Poetry, is the Reallity stupid!

Saturday, February 4, 2012

¡Obscenidad!

Cuentos obscenos es un volumen cuyo tema común es la crisis ética del hombre enfrentado a sus límites; que es un momento sumamente dramático, porque lo que lo arrastra a esos límites es su propia compulsión. Por suerte, la búsqueda no está determinada por prejuicios ni convenciones establecidas; sino que se trata de la apertura de la misma humanidad de los personajes, que desnudan sus escabrosos senderos existenciales. De ahí que el énfasis esté dado en el lenguaje, que sólo dibuja la realidad de las cosas en atención a su armonía lógica; que es la razón de que desoyendo las últimas exigencias del mercado, insiste en los giros hermosos, y también —¿por qué no?— trucos de probada eficacia argumental.

Un religioso sorprendido por la lujuria de su arrebato místico, un tres vías sazonado con improbables diplomáticos del japón y sazonado con cocaína; el poder sexual que aplasta a una cofradía de antiguos amigos con la envidia y los hace sucumbir a la inopia de una manipuladora; los rejuegos con que la psiquis puede azotarnos para que crucemos esa línea itraspasable, la frustración del hombre que no estuvo a la altura de su tentación cuando pudo estarlo, y la banal eficacia del prejuicio social.

Esos son los temas dispersos de Cuentos Obscenos, unificados por la naturaleza de la obsceno; en un lenguaje inspirado por el retorcido romanticismo de aquellos primeros franceses que aún sustentan el culto con un imaginario en la búsqueda interminable de la belleza, que reluce pálida más allá de nuestros límites.

Eso es Cuentos Obscenos, y puede comprarlo aquí.

Thursday, February 2, 2012

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