Saturday, July 30, 2011

The good lobster's ficherman*

Al Crespo es un típico sudfloridano de Estados Unidos, que como tal gusta de conseguir escándalos como langostas; que aunque sean metafóricas no son menos jugosas, y por las que —sobre todo— bucea en las profundidades en que se encuentran. Es decir, Crespo no es uno de esos chapuceros que escarban en los fangos del río revuelto; no uno de esos que buscan hacerse notorios a costa de la buena fe y el trabajo ajenos, es un tipo que hace lo suyo. En ese sentido, el Sr. Crespo tendría mucho que enseñar a la derecha histriónica que secuestra al exilio cubano; emergiendo al main stream de la prensa local por sus notables contribuciones sobre los sucios manejos políticos de la Ciudad Mágica, que también es Sucia. De ahí el interés de incluir el blog de Al Crespo, que se ha convertido en fuente tan inagotable y valiosa como Wikileaks a nivel internacional, en el blog roll de Dirty City; porque Crespo, aunque sólo quizás, tendría mucho que aportar a esta comunidad sumergida del Miami cubano seudo intelectual, que no sabe que para emerger tiene que soltar el lastre.

Uno puede agradecer la ingenuidad del former candidate for major Lázaro R. González, pero prefiere optar por la clever and punctual effectiveness de Crespo; que no es que uno reniegue de sus ancestros patrios, sino que porque los conoce se trata de trascenderlos, de superarlos por fin. Crespo, aún, tiene un pasado nebuloso, de hasta de robo de bancos; que como todo buen esqueleto en el closet, no hace sino más pintoresco su background. El de Dirty City, por ejemplo, es menos glamoroso pero no menos efectivo como ejemplo; cuando en un pasado del que, como buen vicio ni siquiera se arrepiente, contribuyó a uno de los fenómenos más vergonzosos de la blogosfera cubana. Sirva esta propuesta de Crespo para redimir de ese pasado, que porque uno no se arrepienta del mismo no es menos vergonzante; sólo que como dijera el peruano glorioso César Moro, Il faut porter ses vices comme un manteau royal, sans hâte. Comme une auréole qu'on ignore, dont on fait semblant de ne pas s'apercevoir.

*: Updated: El blog de Al Crespo advierte que algunas partes de su archivo son inaccesibles por estar bajo reconstrucción, y que incluso por eso no presenta updates directamente en los blogrolls; pero está orgulloso de ser bloqueado de los sitios oficiales de la ciudad de Miami y hasta de lo que había figurado como uno de los momentos de jocosa honestidad local, el Mango Struht Parade de Coconut Grove. Para estar al tanto de sus updates, hay que dirigirse expresamente al sitio.

Thursday, July 28, 2011

¡Mojarrero!

Filosofía de la Cultura Política
[Notas de antropología]

La funesta experiencia política de los cubanos ha provocado no pocas distorsiones en sus discursos y proyecciones en general; dando lugar, las más de las veces, al desarrollo de una horda oportunista, que trata [vanamente] de aprovecharse de dichas distorsiones. Una de estas ya llega al nivel de aberración sistemática, por lo recurrente; y es el caso de la relación entre cultura y política, que se trata de regir con un concepto ya difuso y habitual como el de Democracia. Es por eso que ya se impone algún tipo de análisis que corrija tan recurrente aberración, permitiendo un desarrollo más adecuado del fenómeno total; porque la Democracia es un modelo político, pero lo político es un fenómeno cultural y no a la inversa. Es por eso que, en últimas, la Democracia [siempre] queda sujeta a la autoridad; y esta, a su vez, es fijada por la Cultura como conjunto regulado de determinadas prácticas existenciales. De hecho, de eso se desprenden las más grandes determinaciones políticas [Filosofía Popular]; que son a su vez las más simples e inmediatas, como que "las cosas las hace [Acto] quien puede [Potencia] y no quien quiere [Voluntad]. El mérito, y por consiguiente la Meritocracia, es precisamente eso; puro despliegue de poder efectivo, que nadie debería esperar le sea reconocido o adjudicado, ya que sólo hay que ejercerlo con la preciosa majestad de un descuidado vicio —o!, Moro, César Moro—.

Está claro que ese tipo de distorsiones las introduce el Voluntarismo revolucionario, como inversión de la estructura cultural misma y dislocación de sus funciones relacionales; basando la práctica cultural en la prepotencia y no en el poder efectivo para la determinación última de las cosas y su realización. Hecho que, a su vez, explicaría por qué quizás la Revolución cubana no fuera necesaria pero sí inevitable; en tanto apoteosis de una característica ya incluso étnica, que logra su realización, también incluso contradictoria. De ahí elementos ya folclóricos, que adquieren carácter de rasgo etno político; como es el caso del [criticado] igualitarismo revolucionario, que aboca a la cultura a aberraciones tales como la bestia que se queja de no entender un texto de Emilio Ichikawua.



Valga el ejemplo de Ichikawua, uno de los más ricos —por lo extremo— para entender este tipo de contradicción; porque se trata del simplismo vulgar, que acusa a un lenguaje especializado de exclusivismo, en base a la suposición de un "derecho" [jajajaja!] a la participación. Siguiendo con el ejemplo, el supuesto derecho obligaría a un escritor a sujetarse a la pobreza intelectual de la bestia; a la que normalmente, además, no le interesa el discurso del escritor, que es la razón por la que no lo entiende; pero con lo que pretende sujetar al otro a una serie de discusiones tan innecesarias como inútiles, dada su falta de interés propio. De ahí el tema de la autoridad, trazado a su vez por el interés individual; que no puede ser violado nunca, por más prepotente que sea la bestia, en tanto es de suyo una facultad también individual. De ahí, entonces, otra distorsión, también voluntarista y prepotente; en que la plebe acude al insulto y la burla; acusando al interesado de sus propias deficiencias, como complejos personales, manías de grandeza [prepotente Vs potente], etc; a los que obviamente no hay que hacer caso, since la plebe es sólo la asquerosa plebe, y a la gente la diferencia precisamente su grandeza.

Sunday, July 24, 2011

Cistalgia, o el fin de la Era Cuba Inglesa.

En un artículo sobre la literatura virtual dedicado a la aparición del blog CIstalgia, se afirmaba de su posible carácter efímero; lo que no es sorprendente, si toda historia, larga o corta, tiene un comienzo, un clímax y un desenlace. CIstagia, en todo caso, era una experiencia necesaria para separar la paja del grano; aunque todavía queda por ver por qué el director del libreto original insiste en mantener a la Madonna comatosa, pero esa es otra historia y es ajena. Lo cierto es que la reciente floración de los blogs "CI" como reclamo festivo del espíritu original, cumplieó ya un cometido; se repartió la herencia y el reparto fue justo, cada uno se quedó con lo que quería, los buenos con lo mejor y los malos con lo peor.

Es ahí donde resalta la importancia del fenómeno CIstalgia, porque la alegría indiscriminada del blog original confundió lo bueno con lo malo; y muchos anduvieron con sambenitos ajenos, y otros se enaltecieron con trabajo también ajeno. La disputa de las tres "CI" dejó en claro quién era quién e hizo qué en Cuba Inglesa, y eso es lo que importa; después de todo, para todos nace el sol, y la cura es justo para los enfermos. La tozuda fe, a veces, ha de ceder con cierto elegante pragmatismo; y si ya se liberó esa catarsis que hace de Cuba Inglesa el nebuloso pasado —gracias, CIstalgia—, a qué insistir en alargar lo que ya no tiene sentido porque es precisamente pasado.

Hay muchas maneras de responder a la grosería irresponsable, y una de ellas es el silencio digno; decir No muchas veces es simplemente no participar, dejar que corra cada quien con su destino. Parece que el sentido del ridículo, como todo, también es relativo; y según la inteligencia cada quien interpreta lo que quiere, pero los más bajos nunca podrán mirar más alto. Eso sí, los nobles cistálgicos se quedan con el recuerdo de lo que hicieron, de cómo y por qué lo hicieron; los mojarreros se quedan con su parte, el fango sucio del río revuelto en el que hurgan buscando tesoros imposibles. Ironías de la vida, quien quiso un blog intelectualizado y serio termina armando una cloaca con el peor enemigo del espíritu que dice honrar; y porque naturaleza obliga, hay que empezar a poner distancia, que eso no es ni vicio sino simple y pura enfermedad.

Ahora, mientras sacamos el magazine de crítica literaria de EdItPar, nos quedamos con este buen recuerdo del ayer; no por nostalgia sino recordando que a la gente la caracterizan sus actos y no otra cosa, y luego de todo clímax viene un desenlace que lo pone todo en su lugar. Hasta entonces aquí dejamos algo más ilustre que el Libro de placeres, de la gran memorabilia de Cuba Inglesa; y uno de los proyectos más impactantes de toda la blogosfera cubana, que en su concresión sirvió para dejar constancia de para lo que sirve cada uno.

Saturday, July 23, 2011

¿Otro aldabonazo?

Thursday, July 21, 2011

Reina María en Miami, el escándalo

Con Cuba, se sabe, todo es político, y más en una ciudad que se ha constituido con eso, como Miami; de donde que la reciente presentación en Miami de la poeta Reina María Rodríguez, en el marco de otras presentaciones igual o más polémicas, exija el tono político. Conociendo al país de referencias, todas las suspicacias son razonables, pero eso no hace a la histeria menos histérica; porque después de todo, el Miami cubano es una provincia ultramarina y probablemente principal del país de marras. Pero en la historia de la cultura cubana recurre el emocionalismo, y por ende la manipulación política de su práctica cultural; que es donde la suspicacia se vuelve contra los suspicaces, que no han podido ofrecer una resistencia consistente a la vulgaridad política de la que huyen. Ni siquiera es tan seguro que huyeran de esa vulgaridad política, sino sólo de un resultado eventualmente adverso para ellos; que es lo que explicaría la recurrencia en el exilio de las más deleznables prácticas culturales de esa revolución de la que abominan.

Tradicionalmente, la Razón se asienta en las ideas claras y distintas, y nada más lejos de eso que la perenne ambigüedad de los discursos cubanos; de ahí esa agonía en que nada puede concretarse, hasta que llega un listo capaz de capitalizar las emociones populares y darles el curso de su provecho propio. Ante la ceja levantada por el escándalo, cabría hacerse varias preguntas; una de ellas sobre esa incapacidad de Miami para generar una consistencia propia, que en su misma naturaleza la habría blindado contra la locura visceral del régimen cubano. Eso es un fracaso que se puede y debe achacar a la llamada Generación del Mariel, si bien el juicio peca de generalizar en tanto es de corte general; porque la actualidad cultural de Miami corre por cuenta de esa generación, que se burló soez —e hipócrita— de los pininos de los primeros exiliados por su precariedad intelectual.

Pero una mirada realista y desapegada de esta actualidad descorre cortinas, y muestra el paisaje no tan desolado como desolador; no es el personalismo de los proyectos sino la terca mediocridad, no es la proyección idealista sino la sucia manipulación. ¿Acaso no fue un chanchullo medio escondido la incompleta Enciclopedia del español de los Estados Unidos?; ¿es medianamente creíble la cobertura cultural de los periódicos locales?, ¿y qué del florilegio de peñas y antologías y editoriales?; por supuesto que no es una cuestión de derecho, que en tanto derecho, es de cada uno hasta para ahorcarse, con tal que lo consiga. Ese es el problema, y la presentación de Reina María, como la misma Revolución cubana [¿Naturaleza?] quizás no fuera tan necesaria como inevitable; Miami tiene lo que se merece, no es respetable porque no se hace respetar, porque para comienzo no respeta. La grosería de esta presentación, al final, pierde gravedad con el desenlace, que parece de teatro bufo; con una premiación que mueve a risa desde su misma postulación hasta por la torpeza con que le pide nada menos que a la ultrajada Belkis Cuza Male que se preste a la bufonada.

Wednesday, July 20, 2011

Para una introducción a la literatura cumberlandiana III

CIstalgia

Si la existencia de Cuba Inglesa dio a luz literaturas nuevas, su muerte —que es sólo clínica— deparó nuevas sorpresas; porque en verdad, las literaturas que se dieron en ese marco original todavía se alineaban con los cánones tradicionales, a pesar de la originalidad del marco. Desde la novela Erótica a la literatura seudónima, todavía responden a esos cánones tradicionales; pero si Erótica trajo a la luz el concepto de Blogonovela, este sólo se realiza de hecho en su política de comentarios. El cierre virtual y más o menos efectivo de ese blog icónico, produjo un fenómeno por defecto; y es que con el eclipse de la matriz, salen a relucir las historias —las tensiones y francas contradicciones— que la sostuvieron.

Eso es lo que se puede encontrar en Cistalgia, el último intento por recuperar la experiencia Thamacún; que aunque de futuro incierto, ha servido sin embargo para recuperar la situación original. Lo mejor, desde luego, es esa actualidad constante del fenómeno; demostrando que sobrepasaba a su editor y colaboradores, dando alcance existencial y mediático a todo lo que ocurría alrededor suyo. El Cistalgia, el blog secuela, de pronto se reencuentran los antagonistas originales; y rescatan el drama original, antes sepultado por resultados esplendorosos pero consecuentes, como ese de la literatura seudónima.

Lo mejor de Cistalgia, es que como literatura es anónima; es decir, una contracción perfecta a la primera tradición universal de la literatura, incluso si eventualmente los autores/actores recurren al seudónimo. En Cistalgia es la trama lo que resulta de seudoficción, al combinar el anonimato y el heterónimo de sus múltiples actores con la contradicción de la vida real que viven; porque novela al fin, es de la expansión de la vida real a la virtual de lo que se trata. Podría prefigurarse entonces un futuro, en que los niños vuelvan a ser mortificados con una historia de la literatura universal; que siendo virtual, dedique un capítulo a la Poesía Anónima del siglo XXI. El valor antropológico de esta proyección, es que figuraría la cristalización de la cibernética como naturaleza técnica; es decir, el esplendor mismo de la cultura como naturaleza artificial [tecnológica] en que se alza lo humano.

Curiosamente, el drama se centra en la herencia [espiritual] de la matriarca, [clínicamente] muerta; y resulta una novela sin fin predecible, que por momentos alcanza temperatura de thriller y en otras recuerda a las primeras soap opera de la radio. En esa trifulca hay uno hijo virtuoso, uno perverso y otro pusilánime que casi nunca sale en la foto; que obviamente, pueden deparar sorpresas, porque lo importante de esta blogonovela es que es viva, y la sorpresa está a la vuelta del ENTER. Más interesante aún, parece ser un teclazo compulsivo y del menos exuberante de la familia el que desató esta revitalización; que no importa si efímera, figura otra vuelta más en —más peligroso que nunca— El códice, Thamacún.

Saturday, July 16, 2011

Año I de Nuestra Era [Lady Gaga]

Bailar lo que se dice bailar, no puede decirse que baila, pero el espectáculo nunca tuvo ese nivel y concepto total desde Madonna... y cantar, canta

Tuesday, July 12, 2011

De Impudica Catarsis [espectacular]

Saturday, July 9, 2011

Insider

Wednesday, July 6, 2011

El Banquete infinito

Tuesday, July 5, 2011

Obba: La desigualdad feliz del resultado

El Diablo Cojuelo I

Un monólogo [¡ején!] con una plasticidad y un lirismo impresionantes, en el que su misma expresividad corporal refleja la necesidad que satisface; Obba es, además, un drama que exige esa unidad extrema del unipersonal; en una obra de claros matices reivindicativos, con un discurso nada ingenuo en el que nada es gratuito. El cuento original es la recreación poética de un mito yoruba en su versión justificativa, que remarca la intención etnopolítica de su autora; Exilia Saldaña, una mujer mestiza que llegó al esplendor de su juventud en el alborozado despertar étnico del arte cubano en los años sesenta. La descripción que Saldaña hace de la belleza de Obba, aludiendo al ancho de su nariz y la amplitud de sus caderas y su boca, hablan en este sentido; que sin embargo, es obviado por sus cultores, en función del altísimo nivel lírico de sus imágenes poéticas, tan literarias como poco teatrales. Es ahí donde se hecha en falta un trabajo de guión, que hubiera trasladado los valores literarios del texto en función escénica; de modo que la obra no se limitara a la mera ilustración de un recitativo, y de ahí que por momentos la obra se haga lenta; recurriendo con demasiada frecuencia al apoyo de la acción mímica, muy buena y funcional por demás. Como resultado, logra varios de los cuadros más bellos con que pueda soñar el teatro; rebasando lo meramente coreográfico, con esa extraña magia que por momentos recuerda a un ballet romántico.

Puede que sea por ese énfasis en la plasticidad que la actriz matiza tanto la voz, llegando a veces a un susurro que difícilmente se oiría en las últimas filas [¿dirección?]; de todas formas, en su último fin de semana [sábado] el público se limitó a las tres primeras filas algo dispersas, y casi todos vinculados por intereses profesionales. También en este sentido, la escenografía es funcional pero excesivamente minimalista; destacando esa deficiencia del teatro local en su gestión [¿producción?], que cuestiona su impacto real en un público real, más allá de los mismos teatristas. Quizás en Díaz Souza prima mucho su origen literario, justo en el entorno de la Saldaña; a la que evidentemente lo une todavía tanto la admiración debida como el excesivo respeto, borrando la no tan tenue línea entre los géneros. El exquisito diseño de luces de Mario García Joya, mantiene el énfasis original en la belleza lírica; logrando una magnífica interacción con el vacío escenográfico y la utilería, en uno de los mejores logros de la puesta. El maquillaje y el vestuario sobresalen por su compleja funcionalidad, en contraste con la pobreza escenográfica; haciendo desigual el resultado del conjunto, aunque salvado por ese lirismo que tanto debe a la expresividad corporal de la actriz.


El hito dramático de la obra está en el acto de auto mutilación del personaje, base de su tragedia y punto de inflexión; que no está bien resuelto en este caso, donde único el director decidió mutilar el texto para darlo como acción dramática, que sin embargo pasa desapercibida. Por otra parte, hay manierismos ya habituales al teatro, como la figuración de líquidos con la fluidez de tejido; que en el caso específico de la sangre —Chicago, Shangó de Imá, etc.— requieren de una agilidad técnica no lograda en este caso, donde parece un acto de prestidigitación. El resultado final es de valor mixto, con una propuesta no lograda justo por el amaneramiento conceptual; pero en el que la extrema plasticidad de la actriz y el lirismo general logran suplir las fallas estructurales, como un barnizado gentil. En general, una magnífica propuesta de la sala Avellaneda; Díaz Souza es un producto local, incluso si se origina en Cuba, y estéticamente responde a ese nivel, en el que incluso sobresale. Siempre hay que tener en cuenta que es otro intento del teatro local por poner el huevo, que mejor lograría esquivando el efectismo efímero; pero para eso hace falta un concepto ya maduro y profesional, que dirigiría los proyectos al público y no a la tensa masa del elitismo artístico.

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