Cistalgia, o el fin de la Era Cuba Inglesa.
En un artículo sobre la literatura virtual dedicado a la aparición del blog CIstalgia, se afirmaba de su posible carácter efímero; lo que no es sorprendente, si toda historia, larga o corta, tiene un comienzo, un clímax y un desenlace. CIstagia, en todo caso, era una experiencia necesaria para separar la paja del grano; aunque todavía queda por ver por qué el director del libreto original insiste en mantener a la Madonna comatosa, pero esa es otra historia y es ajena. Lo cierto es que la reciente floración de los blogs "CI" como reclamo festivo del espíritu original, cumplieó ya un cometido; se repartió la herencia y el reparto fue justo, cada uno se quedó con lo que quería, los buenos con lo mejor y los malos con lo peor.
Es ahí donde resalta la importancia del fenómeno CIstalgia, porque la alegría indiscriminada del blog original confundió lo bueno con lo malo; y muchos anduvieron con sambenitos ajenos, y otros se enaltecieron con trabajo también ajeno. La disputa de las tres "CI" dejó en claro quién era quién e hizo qué en Cuba Inglesa, y eso es lo que importa; después de todo, para todos nace el sol, y la cura es justo para los enfermos. La tozuda fe, a veces, ha de ceder con cierto elegante pragmatismo; y si ya se liberó esa catarsis que hace de Cuba Inglesa el nebuloso pasado —gracias, CIstalgia—, a qué insistir en alargar lo que ya no tiene sentido porque es precisamente pasado.
Hay muchas maneras de responder a la grosería irresponsable, y una de ellas es el silencio digno; decir No muchas veces es simplemente no participar, dejar que corra cada quien con su destino. Parece que el sentido del ridículo, como todo, también es relativo; y según la inteligencia cada quien interpreta lo que quiere, pero los más bajos nunca podrán mirar más alto. Eso sí, los nobles cistálgicos se quedan con el recuerdo de lo que hicieron, de cómo y por qué lo hicieron; los mojarreros se quedan con su parte, el fango sucio del río revuelto en el que hurgan buscando tesoros imposibles. Ironías de la vida, quien quiso un blog intelectualizado y serio termina armando una cloaca con el peor enemigo del espíritu que dice honrar; y porque naturaleza obliga, hay que empezar a poner distancia, que eso no es ni vicio sino simple y pura enfermedad.
Ahora, mientras sacamos el magazine de crítica literaria de EdItPar, nos quedamos con este buen recuerdo del ayer; no por nostalgia sino recordando que a la gente la caracterizan sus actos y no otra cosa, y luego de todo clímax viene un desenlace que lo pone todo en su lugar. Hasta entonces aquí dejamos algo más ilustre que el Libro de placeres, de la gran memorabilia de Cuba Inglesa; y uno de los proyectos más impactantes de toda la blogosfera cubana, que en su concresión sirvió para dejar constancia de para lo que sirve cada uno.
Es ahí donde resalta la importancia del fenómeno CIstalgia, porque la alegría indiscriminada del blog original confundió lo bueno con lo malo; y muchos anduvieron con sambenitos ajenos, y otros se enaltecieron con trabajo también ajeno. La disputa de las tres "CI" dejó en claro quién era quién e hizo qué en Cuba Inglesa, y eso es lo que importa; después de todo, para todos nace el sol, y la cura es justo para los enfermos. La tozuda fe, a veces, ha de ceder con cierto elegante pragmatismo; y si ya se liberó esa catarsis que hace de Cuba Inglesa el nebuloso pasado —gracias, CIstalgia—, a qué insistir en alargar lo que ya no tiene sentido porque es precisamente pasado.
Hay muchas maneras de responder a la grosería irresponsable, y una de ellas es el silencio digno; decir No muchas veces es simplemente no participar, dejar que corra cada quien con su destino. Parece que el sentido del ridículo, como todo, también es relativo; y según la inteligencia cada quien interpreta lo que quiere, pero los más bajos nunca podrán mirar más alto. Eso sí, los nobles cistálgicos se quedan con el recuerdo de lo que hicieron, de cómo y por qué lo hicieron; los mojarreros se quedan con su parte, el fango sucio del río revuelto en el que hurgan buscando tesoros imposibles. Ironías de la vida, quien quiso un blog intelectualizado y serio termina armando una cloaca con el peor enemigo del espíritu que dice honrar; y porque naturaleza obliga, hay que empezar a poner distancia, que eso no es ni vicio sino simple y pura enfermedad.
Ahora, mientras sacamos el magazine de crítica literaria de EdItPar, nos quedamos con este buen recuerdo del ayer; no por nostalgia sino recordando que a la gente la caracterizan sus actos y no otra cosa, y luego de todo clímax viene un desenlace que lo pone todo en su lugar. Hasta entonces aquí dejamos algo más ilustre que el Libro de placeres, de la gran memorabilia de Cuba Inglesa; y uno de los proyectos más impactantes de toda la blogosfera cubana, que en su concresión sirvió para dejar constancia de para lo que sirve cada uno.
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