En la muerte de Changó
A Natividad Torres, Oba Meta
Por un minuto no hay guerra en la tierra
Y el silencio se extiende sobre el mundo
Como un manto, que es el cielo
Descendiendo a recoger a su hijo muerto.
Una flecha increíble ha matado al dios
Atravesando su pecho de oro
Y el cielo se regocija de que la tierra
/ le devuelva su reflejo;
Pero esta gime en el dolor de ese peso enorme
Que es la muerte del dios.
El cielo desciende en los hombros
De los jóvenes más bellos de Oyó
Que vienen en cortejo
Y son recibidos por las hijas de Ifé
Con cántaros de agua que les refrescan el paso;
En los hombros de los héroes va el cielo
Y en el cielo va el dios muerto
Con ese misterio de cristo en la mudez, que mezcla
El llanto de la tierra y el regocijo del cielo.
Una paloma baila, conduciendo el cortejo,
El cielo ha enviado el tambor de Ocha Lashé
Mezclando esa risa y ese llanto en el agua
Con que refrescan las jóvenes de Ifé
El paso de los hombres más bellos de Oyó.
El dios ha vuelto a su casa, Africa descansa tranquila
Y Oshún cierra la puerta del castillo silencioso
Cuando entra el cortejo.
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