Thursday, September 16, 2010

Sergio Giral, el espectro interminable

Jueves de Cine Club-I

Sergio Giral aporta su propio contexto individual al cine cubano, es un negro cubano-norteamericano de antes de 1959, criado en los estados Unidos; para él el problema negro carece de matices, puede detectar sus coordenadas, que son las mismas de una punta a la otra. El Instituto del Arte y la Industria Cinematográficas [ICAIC} le brindó los recursos institucionales para producir un discurso; que él sin embargo, no reduce a la vulgaridad del bien contra el mal, que es lo que determina a toda épica. Más sutil que eso, lo intelectualiza y se recrea en una de las partes; pero sería injusto pedirle una objetividad que resultaría inhumana por demás, es lógico que insista en una parte que siempre ha resultado la desfavorecida, además de la suya.

El resultado son filmes de extrema confrontación, como la trilogía en que se justifica lo negro hasta lo grandioso; como en Cimarrón, Rancheador o Maluala. Pero stos son sólo unos de una buena lista, con otros títulos como El otro Francisco o la adaptación de María Antonia, que dan rienda suelta a la gran justificación estética del negro; bien que con una mirada un poco romántica, pero al fin y al cabo se trata de una épica, que no desconoce la tragedia sentimental, como en esa adaptación de María Antonia; o El otro Francisco, que experimenta lo documental a propósito de un patetismo romántico para ver lo que sostiene el drama.

Giral resulta en un pintor excelente de dramas de la realidad cubana, que ni siquiera precisa del realismo para su pictografía; son problemas dialécticos, de principios que se encuentran y mal se avienen en ese primer momento, que es el momento mismo del cineasta. Al final, el director termina como todos los cubanos en la irrealización de Miami, y hasta podría preguntarse si valió la pena; pero eso poco importa, lo que importa es el cine que produjo y que está ahí, extendiéndolo como un espectro interminable.

10 Comentários:

I. Teodoro said...

Cuando en Cuba pasaron la telenovela brasileña "La esclava [Isaura]", entre los llamados intelectuales se dio un debate singular; se trataba de si la protagonista era hija o no del hacendado, si uno pensaba que sí estaba marcado por el canon de Cecilia Valdés. Resultó que la esclava no era hija del hacendado, lo que demostró que el conocimiento de la literatura cubana se reducía a Cecilia Valdés; porque el drama de Isaura estaba retratado en "Francisco", la novela de Suárez y Romero en que se basa Giral. De hecho, "Francisco" como "Isaura" era más realista; era más probable que una esclava consentida se viera enredada entre los amores de un negro y el niño de mamá y papá, a que además resultara hermana de este y enamorada de verdad de él.

Anonymous said...

El otro Francisco, una goya de la cinematografia cubana.
http://www.youtube.com/watch?v=0TmpkYAimkY

Anonymous said...

una joya, disculpen

Anonymous said...

Sergio agarra al negro cochero, al esclavo que solamente en las peliculas hacian un personaje segundon y lo hace protagonico, lo hace sonar, luchar, vivir, cuenta sus amores, habla de sus temores, de su sudor, de sus alegrias, lo hace vibrar.
Gracias Sergio Giral por hacer tan buen cine en nuestro pais, seras siempre recordado como una gloria de Cuba.

Anonymous said...

Gracias por el artículo, lo he publicado en mi blog www.laimagenrota.blogspot.com/

Anonymous said...

Eh y esto?, aquí se perdió en un minuto tremendo comentario que habían puesto, era como una enciclopedia del cine en Cuba

Devuelvan el comentario!

I. Teodoro said...

Es curioso que no fuera a Giral al que se le ocurriera Cecilia, el canon de la literatura vernácula en Cuba, en vez de Francisco, una noveleta perdida. Debe ser porque era negro, y el clishé sólo podía manejarlo un blanco, que los espectros mentales existen aunque sean de genios. No por gusto Giral retuerce la trama de Francisco en un análisis histórico y económico que añade fuerza al drama; mientras que el mismo intento en Cecilia fue una de las tangentes que la llevó al fracaso.

Anonymous said...

Cecilia cansaba, muy larga, algo asi como una saga, compitiendo con la Guerra y la Paz.
No soy amante de los extremos y Sergio aveces repetia mucho el tema, pero no se puede negar que lo hizo muy bien y que hacian falta tambien en la cinematografia cubana.

Anonymous said...

Gracias Ignacio por traer a nuestro amigo Sergio a tu blog, Se que a el le gustara y te agradecera que lo recuerdes y menciones con tanto carino y respeto.

yvolare.blogspot.com/ said...

Sergio es merecedor de un homenaje así, Mi afecto y admiración para Uds, yvonne

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