Friday, April 27, 2012
Tuesday, April 24, 2012
Sunday, April 15, 2012
Gaviotas Habaneras [reseña]
Gaviotas habaneras es el ultimo espectáculo del grupo Akuara Teatro en su sede del Bird Road Art District, en Miami; una reposición que conmemora con justicia el primer aniversario de la compañía, más aún que si fuera un estreno absoluto; porque se trata sobre todo de teatro del teatro, no sólo el inside sino su recreación total. Las puestas y guiones de la actriz Ivón López Arenal rezuman complejidad, y reclaman un público elegante y entrenado, exigente; esta vez no fue la excepción sino casi el epítome, incluyendo intertextos y collages que hacen las delicias de cualquier entendido. En general, y como ya es habitual, la puesta propone tres niveles interpretativos; que para su suerte se superponen con gracia y equilibrio, en una especie de Nuevo ingenio mecánico intellectual.
Gaviotas habaneras se monta sobre un discurso incluso testimonial, que también para su suerte se resuelve en la primera mitad de la obra; porque lo major de este ingenio no está en la legitimidad innegable de su discurso sino en su retórica, la puesta misma que lo justifica. El discurso relata la tragedia del arte cubano en general, representada en la realización personal de los artistas; hábilmente imbricada a la de la nación y su cultura, marcada por los bandazos de la emigración. Entre los aciertos de esta vision podría resaltarse su concentración en el drama y no en el avatar politico; recurriendo incluso a una recreación en metáforas, que insiste en reconocer el ascendiente afrorreligioso de nuestro perfil. Otro acierto es haberlo logrado sin el clishé folclórico, por su énfasis en el sentido antropológico pero sobre todo estético; base sobre la que se prepara el drama real, como para ir señalando por dónde van los tiros y no se opierda la perspectiva.
Por alguna razón, la dramaturgia de Arenal se apega a cánones clásicos, que explotan sus múltiles recursos teatrales con frescura; ya desde la típica posesión que inmiscuye a los dioses como fuerza telúrica en la vida de los hombres, pero en su más profundo sentido metafísico y no anecdótico ni casual. La obra no transcurre en terminus de farsa, pero recurre de continuo a pequeños esperpentos que la agilizan y le sirven de oportuno resumen; con momentos sencillamente sublimes, como la recreación del drama en escena por los echus [eleguas] en funcion de diablitos. También en ese sentido de suprema sublimidad estaría la apopteosis final, que es un homenaje al costumbrismo legendario del teatro Alhambra; justificado además por el contrapunteo in creshendo y constante entre el arte clásico o cultivado y el popular, resuelto como debate en sus propias referencias intertextuales.
En este ingenio maravilloso se hecha de menos la utilería en function escenográfica y a niveles de saturación; que siendo habitual a la producción de Alba Borrego bien podia ser ya el sello distintivo de Akuara. La escenografía y utilería es en cambio minimalista y funcional en extremo, dejando de lado las posibilidades de una buena tramoya a juego con la comlejidad dramática; aunque, como es de esperarse, el diseño de luces de Mario García Joya se seba en el vacío, como un espacio propicio en que desplegar todo su poder y belleza. Esta obra es particularmente generosa con el protagonista masculino, y por consiguiente con el actor a cargo; un Carlos Alberto Pérez increíblemente sereno y spectacular, gracias a la estructura misma del personaje, que además explota sus muchísimos recursos escénicos. Christian Ocón y Miriam Bermúdez tienen papeles incidentales y mayormente como comodines, pero les sacan el jugo; logran lucirse como una suerte de chambelanes escénicos, sobre todo en la pequeña comedia como diablitos o eleguases.
Posted by I. Teodoro at 4:28 PM 0 comments
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De profundis
Hay quien canta loas a un poeta muerto, lo que es habitual, sólo lo aprovecha para su propio éxtasis; hay también quien canta victoria apresurado, creyendo que sabe lo que ocurre en el fondo oscuro de un corazón, al que supone bueno o malo. Pocos acogen al muerto como a un accidente en sus vidas y no una determinación, piedra de tropiezo para algunos y sostén de otros; que a su vez, sólo ellos mismos —y sólo a veces— saben lo que significó, y que por eso lo magnifican o empequeñecen. Porque la justicia la administra Dios —cualquiera sea la cosa que eso signifique— y nunca un pobre tipo, sobre todo si piensa que sabe algo; y ante el gesto dramático de la muerte, quizás lo más prudente sea el estupor y el recogimiento, lo mismo si amigo que enemigo o meor rumor; saber, como el árabe, que nunca lo conoció, y que ese misterio es bello en su perennidad, y quizás sea bueno si acucia su curiosidad. Quien apura un juicio no hace sino recorrer su propio equívoco, y quien se piensa pagado vale lo que recibió; la muerte es engañosa, los hombres que fueron no están en las tumbas que pudren sus huesos; están en el recuerdo que dejaron, sea bueno o peor, y eso tampoco importa, si es accidental.
Posted by I. Teodoro at 3:50 PM 0 comments
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Amor a la Habana, con Magaly Boix
Posted by I. Teodoro at 7:07 PM 0 comments
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¿Bohemia, sabía usted que...?
Posted by I. Teodoro at 6:51 PM 0 comments
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El banquete
Recién subido al bookstore de Kindle en Amazon, y ya El banquete superó en apenas dos días la venta de tres títulos; apenas un relato pretencioso, que en su estilo de palimpsesto trata de resumir y sistematizar la estética lezamiana. El experimento fue divertido, con todo y lo problemático de declararse lezamista a estas alturas; pero quizás por ello mismo es el mejor momento, cuando la falta de atractivo temático alejará a los que realmente no les interese ese tipo de literatura, lo que es ganancia. Demasiado tardío para ser homenaje, El banquete es más bien un cumplimiento, una conclusión a ese estilo que surge con los primeros albores renacentistas; para lo que superpone los distintos argumentos con que otros autores ya clásicos aportaron sus propias sistematizaciones de este corte a la literatura. Es por eso que es un palimpsesto, al superponer en un simposio a lo mejor y más granado del criterio literario; pero sobre todo, en un drama existencial, vivido por los protagonistas por cuyas bocas hablaron esos autores.
El banquete es un relato completamente extemporáneo y poco amigable, que trata de resumir una sistematización estética siendo literatura en sentido estricto; para lo que se acomoda en un estilo de palimpsesto, como el que caracterizara a la cultura de los autores de que se vale y que venera. Es en este mismo sentido que resulta extemporáneo, y por ende extraño e inamistoso; en tanto responde a una sensibilidad cultural distinta de la contemporánea, y de marcado carácter libresco, en apogeo hasta mediados del siglo XX. Este estilo de palimpsesto como modelo cultural, es un fenómeno a su vez que surge con la cultura renacentista; pero no en el más conocido renacimiento italiano sino en el merovingio, con el surgimiento del estudio de las humanidades en las Universitas. Se refiere al pensamiento secular, en tanto descomprometido con las doctrinas religiosas, y de corte heterodoxo y ecléctico; en que las referencias se entrecruzan y superponen en modo aparentemente caótico, pero en un intento de sistematización universal.
Posted by I. Teodoro at 8:15 PM 0 comments
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Lezamiano
Posted by I. Teodoro at 3:27 PM 0 comments
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