De la increíble fe del artista cubano en lo político
Increíble resulta en principio, aunque después uno le busque explicaciones que a pesar de lo lógico se resienten en la consistencia; porque esa apuesta, desmedida por demás, del arte cubano por el discurso político, es por lo menos asombrosa. La increíble fe del artista cubano en lo político puede deberse a algo tan banal como su propia formación cultural, lo que sería muy marxista; pero es tan obvio que quizás por eso pase inadvertido, porque el artista cubano es un producto tan espurio como la política cultural de ese país, desde que es su producto; lo que explicaría esa exigencia de actuar consecuente y de rigor ideológico, copiado del modelo revolucionario como éste lo copió del martirologio católico.
No hay que pensar que fuera mentirosa la culpa asumida por los intelectuales cubanos de aquel pecado original de no haberse involucrado; tampoco hay que poner muchos huevos en esa canasta retórica y explotada de Virgilio Piñera diciendo ante el Congreso de Educación y Cultura que tenía miedo. La increíble fe del artista cubano en lo político puede deberse entonces a que es muy poco artista; porque aplicando el principio del horror vacui, se trataría de llenar la banalidad inaceptable de la vida con una experiencia trascendente. Nada tan a la mano como el honor patrio y los grandes ideales inventados por el judeocristianismo, desde la patria a la heterosexualidad; capaces entrambos de aportar el imaginario que no puede procrear la vacía vida de tanto artista espurio, nacido de la falsa necesidad de ser artista y una formación poderosa e incontestable.
9 Comentários:
Pero de que estas hablando, entonces? del artista cubano o de los artistas de ahora en la cuba de ahora?
Buena pregunta, a veces el ambiente desdibuja los límites. Es claro que se trata del artista cubano de ahora en Cuba; sólo que ese es el que sale de Cuba y lleva su carga consigo, y tampoco sale de la nada, ha recibido esa carga del artista cubano de antes, que era menos espurio; pero que tendía a esta ambigüedad de la performance política. No por gusto el caso de Martí funciona como una mecánica en la que todos confluyen fascinados; pero por el camino la ropa se desgasta, y de la imagen de casi pureza martiana lo que queda es el ripio vergonzoso de esta vulgaridad.
El hombre es el y sus circunstancias.
el problema es como hacer que razone ante un conflicto.
Estara preparado?Estara preparado si es el ser un producto de su historia?
Es buen planteamiento, a mí en verdad no me importa mucho; esto es sólo una reflexión maravillada ante un fenómeno, sólo eso. Supongo que si alguien persiste en lo mismo es porque no puede comprender la razón del estancamiento; en ese caso no hay nada que hacer, cada quién tiene su vida y uno no puede juzgar las prioridades ajenas. Pero al menos sí tenemos el derecho de maravillarnos ante los fenómenos, cuanto más extraños y estrambóticos más asombrosos.
El ser que pierda la capacidad de maravillarse, de asombrarse ante algo, pierde el don de la poesia. Tu tienes esa capacidad intacta Ignacio.
Excelente Ignacio, a menudo me pregunto cuando leo obras, biografías... Por qué reincidimos? y nos desgastasmos aún con el conocimiento de la reiteración, las obras del pasado parecen presagios, universalidad me dijeron una vez, creo que más que eso.
No firmé estaba fuera del correo. Yvonne
El hombre es el unico animal que tropieza dos veces con el mismo obstaculo.No temenos arreglo.
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