Lezama Lima, introducción crítica a un sistema poético
Por: Ángel Velázquez Callejas
Sobre una lectura del ensayo Introducción a un sistema poético concluido en marzo de 1954 y publicado en la serie: Tratados en La Habana
1. El surgimiento del Ser: Lezama comienza su Introducción consciente de que existe un surgimiento, la percepción del Ser se contrae a un hecho; cuyo objeto deriva en la imagen, en pensamientos correlativos al lenguaje del inconsciente. Pero desde una perspectiva atestiguadora, el Ser no tiene surgimiento, no tiene origen. El Ser es una palabra, para la percepción atestiguadora, muerta; la expresión es ambigua y carente de significado vital. La expresión de un espacio geográfico no puede ser reducida a un Ser de percepción creacionista. La percepción lezamiana carece de ese significado bergsoniano, Lezama era más expresivo desde el lenguaje que un poeta en acto; su existencia derivaba con la mayor posibilidad metafórica imaginativa. En la ciencia de las soluciones imaginarias de Alfred Jarry, Lezama halló cierta perspectiva eugenésica de su sistema poético; ir más allá de lo estrictamente metafísico y alrededor de ello, ¡oh gran Faustroll, patafisico!. De hecho un poeta en acto derrumba toda la consistencia del Ser, porque el Ser forma parte de una de las soluciones imaginarias, el Ser no existe a la percepción directa; de hecho la imagen tampoco existe, pero Lezama se empeña, con que lo difícil es estimulante, en concebir una existencia momentánea. Entonces la apetencia de la frustración recorre por el río heraclitiano del saber. Ser conlleva a frustración, todo el mundo está frustrado por la ambigüedad de la expresión Ser; este Ser lezamiano no es poético en el sentido objetivo del arte, flexible y laxo, sino matemático y aristotélico. La Poética de Aristóteles redunda en un Ser inmaduro, soberbio, egoísta; y Lezama estaba más a favor de la poética de Aristóteles que de Nietzsche: ¡Dios ha muerto!
2. Lezama está corrompido por la tradición mística cristiana de la imagen de origen, de que la creación tiene un origen; pero nada más falso, el origen de la creación es la frustración misma de la expresión del Ser. Todo lo que se exprese en términos de Ser (Heidegger) deriva en una profunda frustración.
3. Soy, luego existo [no eres, no estamos completo, no estamos acabados], el significado del Ser es terminación, creación. No soy. Lezama está consciente de la imagen del origen del Ser, pero no está consciente de quién conoce esa imagen, ese origen; no está consciente de él mismo, de conocerse [el Soy, el Ser] dejaría de existir. De pronto la imagen desaparecería, y todo el sistema se eclipsaría; la imagen existe por causa del sueño lemaziano, un sueño curioso pero irreal por naturaleza. Entonces la frase se transformaría: Siendo, existo.
4. La imagen existe como Ser y como cuerpo, es un derivado; no hay ningún temor en la vida, el temor deriva de la expresión; si se expresa yerra, y el Génesis es el origen del temor. Kiergengar dice que el hombre es un temblor, tiembla a causa de la palabra Ser.
5. Un sistema poético: Un sistema lógico sobre la poética. Dionisio Areopagita rehuyó a un sistema, pero todo su “tratado” de teología mística es poética. Traslúcido en la oscura noche el Ser desaparece. La teología es el fin de la poética lezamiana.
1 Comentário:
La diatriba es inconsistente, pues en vez de argumentar hace postulados axiomáticos; se limita a desarrollar una estética paralela, basada en el princiopio moral de la frustración. Ese fue el esfuerzo de Nietzche, y justo por eso no fue filósofo en sentido estricto; no contiene metafísica ni una narrartiva ontológica, haciendo que la arremetida contra Heidegguer el Magnífico sea insultante!
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