Wednesday, December 22, 2021

Elogio grande por mí mismo

Sobre un poema de Georgina Herrera


Yo soy el ofendido, el ultrajado, el vendido

Por sus hermanos celosos y mezquinos;

el que lo ha perdido todo, al que todo

se lo han quitado con esa fiereza cruel

de la debilidad y el miedo ante la grandeza.

Mi madre ha ascendido como el incienso,

pero todos sabemos que la misa es vana;

ella permanece en la misma oración que le eleva

aferrada al fiel, que sabe su amor.

Oh, yo, el que creció entre hombres

maravillosos y negros, brillantes y bellos,

anunciados por fanfarrias de oro

—que desplegaban sus porvenires púrpura

como la sangre de los antepasados—

pero que luego mostraron la espalda hueca

de santos de madera del templo.

¡Ay, nada duele tanto como la traición

de negros que roban a los negros

el tesoro preciado que acariciaban;

pero yo soy también el más fuerte,

el que persiste atravesando ese dolor

del vacío, perenne más aterrado

de tanta luz.


Seja o primeiro a comentar

  ©Template by Dicas Blogger.

TOPO