De Ætérnitatiis
La larga procesión sacerdotal se detuvo ante el majestuoso
Consejo Superior Universitario, y cada lama sostenía en su mano izquierda una
rama de pino seco; era insólito, según la última circular del protocolo de
gobierno, aquella ceremonia se había diseñado de oficio, puro formalismo, pues
nadie pensó que algún día fuera necesaria. El Consejo Superior Universitario
guardó silencio, esperando la declaración, que ya se adelantaba a leer el lama
de Iberia; las palabras, en el sánscrito restaurado por la Confederación
Lingüística Mundial, no traslucían en su serena musicalidad la honda
consternación del discurso. ¡Oh!, suprema dinastía que rige al mundo como
última emanación búdica, recitaba; ¡oh!, hermanos que nos prosiguen en los
senderos del sansara, y que a su vez preceden a los vastos pueblos en la
iluminación.
Comprar en Kindle |
He aquí, hemos descubierto un misterio inaudito, que muestra
los alcances de nuestra verdad; sabed, ¡oh!, Supremo Consejo Universitario, que
varios siglos al comienzo de la era anterior, cuando ya hacía mucho que naciera
el que llamaran el Cristo, ocurrieron estos hechos insólitos: En el monasterio
de Sébrag, se encontró una fisura molecular que quebraba el tejido férreo de los
tiempos. Un monje perdió la serenidad, y relataba que al entrar en su
habitación ésta había desaparecido; en su lugar se encontraba un inmenso salón
lleno de gente, como un mercado cubierto; las gentes se dirigían por unos
pasillos al interior de unos pájaros metálicos, que luego cargaban unos genios
invisibles para transportarlos; ahora sabemos que esos pájaros eran aviones, y
que aquel mercado cubierto era un aeropuerto. Otro monje se dirigió al comedor,
y en vez de eso entró a la habitación de un pintor en el lejano y todavía
futuro país de Rusia; el pintor hacía figuras que volaban semi distorsionadas
por sus cuadros, y el monje pensó que reflejaban la levedad que él buscaba para
las pinturas religiosas; es así que nuestros ángeles y divinidades abandonaron
sus cabalgaduras mágicas y se distribuyeron etéreas en el cuadrado de nuestras
telas sagradas.
Comprar en Kindle |
Poco después, parece que la misma expansión del universo
físico reparó la fisura en el tejido espacio tiempo del monasterio de Sébrag;
pero se sabe ahora que en los alrededores del primer cuarto del siglo XX o
finales del XIX, un pintor ruso descubrió en una tanka tibetana unas figuras
que volaban semi distorsionadas por el cuadrado santo. Parece que el pintor
pensó que esa levedad reflejaba mejor que nada el ansia liberadora que las
comprimía en los paisajes, según los teóricos. Por todo ello sabemos que en
algún punto que aún existe se comenzó el trazado de un círculo; y que por
tanto, en medio del tiempo existe una eternidad. Eso es grave y profundo,
Supremo Consejo Universitario, y así como ustedes nosotros estamos
estupefactos; entendamos, no se trata de la eternidad, que es la suma
inimaginable de todos los tiempos; sino de una eternidad menor y singular,
escondida en ellos. Nuestros antepasados del Tibet ya se habrán acercado a la
luz del Buda, o se sumergieron aún más en el sansara; el pintor ruso, que
parece haber sido genial, hoy es oscuro, como los estetas que lo ensalzaron.
Sin embargo, él y los monjes que nos antecedieron se suceden y superponen para
siempre en la paternidad de los hombres voladores en la pintura universal. Es
por eso que estamos consternados, pues no sabemos si este misterio es propio de
nuestra historia sagrada o de vuestra historia del arte.
Libros en Kindle |
Los monjes se retiraron de la sala del Supremo Consejo
Universitario como habían llegado, en silencio y cada uno con una rama de pino
seca en la mano izquierda; algún tiempo después, la Sociedad de Gobernatura
Mundial se disolvió por graves diferendos protocolares. Por una parte, el
Supremo Consejo Universitario exigía la adhesión de la Iglesia Budista
Universal a las exigencias teóricas de su Comisión de Investigación Estética;
mientras, la Iglesia Budista Universal reclamaba el acatamiento por la Comisión
de Investigación Estética del patrocinio por su Congregación para la Doctrina
del Budismo.
Seja o primeiro a comentar
Post a Comment