De Pitagórica Ludicae (frag.)
Fra.
Erasmo de la Cruz
I. Acerca
del Problema, o Sobre la necesidad
…la
Historia de las Ideas se resolvería en la contradicción de diversas escuelas (X)
entre sí; figurando geométricamente la espiral de los dialécticos, el círculo
de los platónicos y la linea recta de los evolucionistas. Todo simultáneamente,
porque la apreciación de cada figura de éstas dependerá del punto de vista desde
el que se observe el fenómeno; que permanecería más allá de estas formas en que
es apreciado, pues estas formas dependerían de la capacidad del que observa
para apreciar el fenómeno; que es la realidad en sí misma y como tal, distinta
de su apreciación.
El error
se daría a nivel filosófico, al circunscribir la realidad en sí misma, como
tal, y que es lo que interesa, a ese aspecto por el que se la percibe en cada
caso; que sería además lo que ocurra generalmente, dando pie al surgimiento
necesario e inevitable de una contradicción que desarrolle el conocimiento y
comprensión del aspecto contrario; redundando así en una corrección
epistemológica del análisis en sí de la realidad, de modo que éste se
corresponda del mejor modo posible con la realidad del fenómeno concreto que se
analiza.
II. El Teorema
Teóricamente,
esto sería lo que ocurra en la oposición lógica de las escuelas de pensamiento,
que conformaría la Historia de las Ideas, como desarrollo efectivo del hecho
filosófico; en la práctica de unas tradiciones de suyo filosóficas, en que aparece
la figura zigzagueante de la dialéctica, yendo de un punto A a un punto B,
como superación de una escuela por otra. De ahí, contrario a lo que normalmente
se supondría, no se iría al punto C que sería una tercera escuela, y que
cumpliría la exigencia rectilínea del evolucionismo; sino que se iría a un
punto A1, que será efectivamente una tercera escuela, pero
como recurrencia de aquella primera (A), sólo que ahora en una nueva
dimensión; esto es, al ser conjugados sus postulados propios, en un
mejoramiento de los mismos, por una comprensión de las contradicciones que le
planteara la segunda (B) en su superación. Aquí surgiría otro problema,
ya que la conjugación (n) de las diversas escuelas (X)
entre sí, supondría alguna participación de B en A1;
lo que cuestionaría acerca de la constitución de las otras escuelas (X),
que existentes en sí mismas, siempre se darían por una participación relativa
de A en B, de B en A1, y así
sucesivamente; sin que sea X una superación real de éstas, por darse
exactamente entre las mismas.
Esto se
solucionaría, en tanto esas otras escuelas (X) serían las llamadas menores,
por no alcanzar en sus propuestas epistemológicas las dimensiones de A
y/o B; mayormente dedicadas a la cuestión ética, así como se diferencian
los números enteros de los otros; y por lo que, ciertamente, la constitución de
X no sería nunca una conjugación (n) de A
o B, sino que se entiende que X= A/B, es decir, A+B o A-B;
donde, según sea la proporción participante de éstas, como su preponderancia
mayor (>) o menor (<) en X, cada caso (X) se
entendería como A >/< B. Es decir, la definición de las diversas
escuelas (X) distintas de A y/o B, como c, d, e...,
sólo se trataría de un convenio formal, en función de su ordenamiento
histórico, en tanto fenómeno cultural; pero como conocimiento convencional, su
efectividad sería relativa y condicionada, al decir sólo de su relación con la
dimensión histórica del fenómeno, el conocimiento en su propio carácter
evolutivo, y no a su dimensión ontológica o estructural. Es que, en esta
dimensión ontológica, toda escuela distinta de A o B, es tan sólo
una escuela X, en la que A es >/< que B,
según sea el caso; y cuya relación con A y B se ilustraría
decimalmente, siendo A = 1 y B = 1, como X = 0.3, 0.5, 0.3,
0.5, etc. Para esta diferencia tan importante, dígase que las escuelas
fundamentales (A, B) son N, y en cada caso se entenderían como N1(A)
y/o N2(B), en sus valores de 1 y 1
respectivamente; y en lo que, también, siendo X=N1 +/ N2,
necesariamente, N 0, como también N X, y X 0.
(Cnt.)
...pero Dios es siempre más grande!