Saturday, March 18, 2023

Orfeo Negro y la crítica de su introducción a la Negritud, en Kindle

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Orfeo negro es una sistematización de la estética negra, en ese sentido mismo de excelencia que buscara la Negritud; el problema no es que sea errada —una perspectiva no puede ser errada— sino la función que cumple en ese exacto sentido. En este sentido, se entiende que una perspectiva es siempre correcta porque es funcional y responde a un objeto propio; no tiene por tanto valor absoluto y objetivo, en tanto es una comprensión de su objeto, no un valor propio de este.

El problema con Orfeo negro es que, como sistematización, no obedece a los intereses del negro, al que representa; sino que lo subordina, igual que la tradición contra la que se levanta, aunque en la inteligencia y no la economía. Después de todo, es la cultura la que ha evolucionado, ya desde la apoteosis económica del capitalismo moderno; centrándose ahora en la del trascendentalismo idealista de su inteligencia, como la nueva determinación política.

El negro ha de mantener su misma posición en este trascendentalismo, junto al obrero con el que se le identifica; todos bajo la égida de las élites intelectuales, que emulan en lo convencional la burocracia de los eunucos de palacio. Esa es la importancia de este libro, cuya crítica establecerá entonces la nueva referencia existencial del pensamiento negro; tal y como el trascendentalismo platónico se ajustó críticamente con el realismo, en la base de Occidente.

Esta es también entonces la importancia de esta crítica del Orfeo, como introducción a la introducción de la negritud; brindando los parámetros para una corrección más sistemática y total de la tradición ontológica de Occidente. En definitiva, los errores de la crítica de Sartre sobre las pretensiones de la Negritud no eran ideológicos; como perspectiva también, está exenta de esa objetividad que le conferiría valor absoluto y en ello dogmático.

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Estos errores de Sartre son de la ontología en que se basa, y no le permiten por tanto comprender la propuesta de Senghor; que es la ontología alternativa de la tradición realista, opuesta a la idealista (kantiano-hegeliana), en la reflexión estética. En definitiva, esa era la tradición resuelta como mitológica, en su representación de las determinaciones trascendentes de lo real; siempre en función del ente concreto, en una cosmología como el espectro hermenéutico de referencia para su reflexión existencial.

Eso es lo que resuelve el arte, justo ante la crisis del trascendentalismo moderno, en oposición su inmanentismo; todo como una falsa contradicción, por el maniqueísmo (cristiano) a que se ha reducido la dialéctica, con la presión moral.

En ese sentido, Sartre compara en el Orfeo el problema negro al problema judío en el planteamiento marxista; se equivoca en ambos casos, porque el problema no es político —error de Senghor— ni Marx puede comprenderlo, en las limitaciones de su ontología. De eso va esta crítica a la crítica con que Sartre introduce la antología de la poesía negra y malgache de Senghor; un esclarecimiento con que reinaugurar el Nuevo Pensamiento Negro, en un replanteamiento total de la Negritud.


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