Thursday, March 23, 2023

Metempsicosis y Física cuántica

A Carlos Alé Mauri

Aunque especulativamente, la teoría de cuerdas podría explicar (relativizando) el fenómeno de la reencarnación; aunque no directamente, sino atendiendo a la naturaleza dual de las partículas, actuando como hondas entrelazadas. En este sentido, por ejemplo, una persona específica recogería en sí partículas recicladas de otra persona dada; tratándose en ambos casos de un entrelazamiento puntual (particular) de diversas hondas, que dan forma a estas personas.

Esto respondería a los grados en que se realizan los fenómenos, dando consistencia a lo real como orden; a partir de un estado superpuesto sobre el caos, que da lugar a la organización de los fenómenos, con su realización. Esto no significa que la realidad exista como un orden, más allá de una comprensión convencional sobre sus fenómenos; pero quedaría establecida en dicha comprensión funcional, como reconocimiento objetivo de la consistencia de estos.

Ver en Kindle
La clave radicaría en la funcionalidad de dicha comprensión, en tanto consiste en la atribución de objetividad; pero como distinta de la consistencia, que sería propia de los fenómenos, pero sólo comprensible en esta objetividad. Eso querría decir que los mitos sobre la creación no representan un fenómeno físico ni histórico, sino actual y metafísico; con el caos como actualidad factual, sobre la que se edifica lo real —en la creación— como voluntad de existir.

Esta voluntad se representaría en el drama cósmico como Dios, y su consistencia sería por ello mismo formal; como proyección propia del Ser que comprende su realidad, otorgándole objetividad con el reconocimiento de su consistencia. Así, Dios actuaría de hecho como un fenómeno retro causal, aunque no en una reversión efectiva del tiempo; sino en tanto convención propia del sujeto de conocimiento, como referencia que permite esta comprensión.

En definitiva, si el caos primigenio es un fenómeno actual, la cuestión histórica y de la física carece de sentido; aún si esta referencia histórica habría permitido su primera convención, en el cuerpo mitológico referido a los orígenes; y sea también la física la que permita estas conciliaciones finales, dada su naturaleza metafísica. De hecho, esta naturaleza metafísica sería otra convención, de valor referencial (relativa) y no efectiva; ya que el fenómeno es físico siempre, sólo que no con el grado positivo de la física clásica, sino en el negativo de la cuántica.

Esto último se refiere a la convencionalidad que permite la comprensión de estos fenómenos, según su tipo; sean estos positivos o extrapositivos, según excedan o no los parámetros formales (racional) de la física clásica; representados, para esta comprensión, con una notación negativa en el caso de que la excedan, y positiva cuando no. Esto se referiría entonces al fenómeno de la psicosis, como desorden que afecta a la conciencia en su relación con lo real; entendiendo como real a este orden convencional, de la realidad histórica y con valor positivo, como la entiende la física clásica.

Esa actualidad, por ejemplo, significaría que una persona del siglo -X compartiría partículas con otra del XXI; independiente incluso del lugar en que ocurren fenoménicamente, ya que en realidad se trataría de hondas entrelazadas; cuya fractura —en su comprensión como partícula— es formal pero no efectiva, y sin afectarlas por tanto en su consistencia. Eso explicaría cómo diversos médiums pueden clamar una misma ascendencia espiritual, al mismo tiempo y en lugares distintos; a la vez que los elementos con que identifican a dicha entidad son recurrentes, pero solo relativamente puntuales, nunca exhaustivos; referidos a una identidad genérica, que sin embargo excluye referencias históricas relevantes, como su información familiar y/o política.

Por supuesto, sería abusivo esperar que personalidades como Platón o Pitágoras pudieran comprender esto; también sería absurdo, ya que su pensamiento sería otro fenómeno distinto, a realizarse por tanto en otra realidad. Se trataría en este caso de la cultura, en tanto el fenómeno es de las ideas y conceptos como conocimiento; sujeto a las determinaciones de esa realidad, entre las que se encuentra el tiempo, en la condición histórica del desarrollo.

Seja o primeiro a comentar

  ©Template by Dicas Blogger.

TOPO