Sunday, August 24, 2014
Friday, August 22, 2014
Tuesday, August 19, 2014
Sunday, August 17, 2014
Quod sí, de mistica naturae
Como
era de esperarse, la última tendencia de los grandes sistemas científicos a un
estructuralismo filo místico ha enarcado las cejas del ateísmo duro; bien que como
reacción a un suceso mediático, más que a la realidad de que los científicos
por regla general no se detienen en las connotaciones místicas de su trabajo, al
menos no como principio. Lo cierto es que algunos en la comunidad científica
suelen derivar ciertas conclusions cercanas a la mística dada su propia
recurrencia; partiendo en todo caso de un determinismo que les hace estructurarlo
todo en un propósito cercano al creacionismo tradicional. Si estos científicos
son crypto místicos o sus observaciones son realmente objetivas, es algo que permanence
entre los misterios de sus escabrosas ciencias; a las que el profano no tiene
modo de acercarse, dado el intrincado lenguaje y hasta el conocimiento previo
que requieren, haciéndolas más innacesibles que a las mismas doctrinas
herméticas. Aquí resalta la recurrencia mayor, de si el hermetismo habitual a
las doctrinas esotéricas no responde a una necesidad técnica; esto es, mantener
la discusión entre personas con igual dominio e interés del objeto, sin el
peligro del dilettantismo seudo científico a que es tan proclive la moda.
Volviendo
a este neo misticismo de algunos enfoques científicos, lo cierto es que la
crítica peca de reduccionista y apresurada; como si se tratara de la negación
de Dios —whatever it/He meant— como un
valor moral más que como una suficiencia
o insuficiencia científica, desacreditando el argumento mismo antes que esta suficiencia suya. Es el caso, por
ejemplo, cuando se critica las recurrencias del número dorado [Fi] en los
desarrollos naturales; alegando que dichos desarrollos en verdad siguen un
pattern determinado por la naturaleza exterior como dificultad, y no por una
determinación interna [ontológica] que sostenga de algún modo una tesis
creacionista. Quizás el error de todo eso estaría en asociar el determinismo
ontológico a una tesis creacionista, o en la comprensión misma del concepto
creacionista; pues teniendo en cuenta la naturaleza antropomorfista del
lenguaje y el pensamiento en que se elaboró dicho concepto, lo más lógico es
que se trate sólo de una figuración para representar un fenómeno aún incomprensible.
La misma pretension de que en cualquier estadio de su propio desarrollo el
conocimiento es ya capaz de explicarlo todo, es… excesiva, por decir lo menos;
y la religion puede justificarse —como principio antropológico— en su necesidad
de reducer el conocimiento posible a un concepto manejable y comprensible, dado
su inmanente valor politico; pero eso no es válido para las ciencias en cualquier
momento desde su desprendimiento como práctica suficiente, justo porque su
función no es doctrinal ni organizativa como la de la religion.
Libros |
En definitiva,
lo que estos ateos duros explican en el materialismo de las determinaciones
externas [circunstancias] no desdice la tesis ontologista; lo que es paradójico,
pero quizás en ello mismo radique su eficiencia, al describir en una proyección
formal [abstracta] un fenómeno propio de la realidad. Al menos si se tiene en
cuenta que la realidad es un ente único e indivisible en sí mismo, se concuerda
que su comprensión es de suyo y únicamente formal; en el sentido de que
responde a un grado abstractivo, que hace que esta comprensión no tenga otro
valor que el cognitivo, derivado del sujeto cognoscente y no propio. Las mismas
recurrencias de Fi, por ejemplo, indicarían una determinación formal fija; que
no puede ser puntual, dado que su circunstancia difiere de un punto al otro,
pero resuelta en valores aproximados, que sería la función referencial de los
arquetipos; determinando esta solución… en funciones logarítimcas —sujetas en
ello a la excepcionalidad exponencial— con valores inexactos, como esos de los
irracionales matemáticos como variables fijas.
Posted by I. Teodoro at 12:26 PM 0 comments
Artigos Relacionados:
Wednesday, August 13, 2014
Poetika!
Aristóteles postula en su poética que la
culminación de la tragedia reside en la catarsis, a la que aludió como el
momento supremo de la purificación moral; y que es quizás la característica más
incomprendida del cine norteamericano en sus géneros de drama humanista y
comedia romántica, como un cliché típico e infantilismo. Curiosamente, no es
una característica de los géneros más prestigiosos de ese cine, como el filme
noir; que sin embargo deben su prestigio al amaneramiento intelectualista de
las élites educadas, y no a las hordas de Little hunos que son quienes lo pagan.
Quizás el mejor homenaje en la muerte de Robin Williams sea ese reconocimiento
al clasicismo sencillo de su carrera, que se movió precisamente de la comedia
al drama humanista; con epítomes como el profesor Keating de El club de los
poetas muertos, y su máxima [poética] del romano Carpe deam, que no es menos clásico que Aristóteles. No será casual
que ese drama tenga lugar en una academia elitista, que es donde se amasa la
mediocridad y el convencionalismo de las sociedades; haciendo de ese escenario
el lugar idóneo en que se necesita semejante purificación.
Quizás ese sea el mejor homenaje, porque ese
habría sido exactamente el efecto de su muerte por propia mano; tirando al piso
uno de los clichés más manidos y perversos heredados de la ética cristiana, con
aquello de que el suicidio es cobardía. La tremenda crueldad del conservadurismo
extremo norteamericano achacaba la depresión de Williams a su tendencia
progresista; en un vocero que describía esa ideología como una tendencia a ver
el lado oscuro de la realidad, en lo que puede que no se equivocara, pero como
denuncia de ese egoísmo brutal que justifica el abuso y la prepotencia. Robin
William llama a una catarsis colectiva, poniendo en primer plano la tragedia
social de la depresión; un estigma que va dejando de serlo en la medida en que
el abuso y la prepotencia van perdiendo prestigio y el ser humano se reconcilia
con su humanidad.
Libros |
Posted by I. Teodoro at 11:07 AM 0 comments
Artigos Relacionados:
Monday, August 11, 2014
¿Quién gana en la guerra entre Amazon y Hachete?
Amazon, el gigante que ha mantenido un monopolio virtual sobre el
negocio del libro electrónico, está en guerra; su contendiente es Hachete, de
Francia, uno de los gigantes del viejo orden que hoy se bate en retirada ante
la vulgaridad de un mercado que ya no crece verticalmente sino que se expande
horizontal. El reclamo de Hachete es válido, pero en tanto grito del dinosaurio
que se niega a morir con la llegada del meteorito inexplicable de esa horizontalidad
del mercado; y así mismo, también lo es el de Amazon, como ese meteorito que
reclama su derecho a existir en su propia naturaleza expansiva. El problema
sería esa peculiaridad por la que los dos son mastodontes que distorsionan toda
regularidad de las relaciones de mercado con su elefantiasis; igual que el
anillo de titanes que desde la sombra espían por el resultado de este
enfrentamiento de vencedor previsible, pues entre lo nuevo y lo viejo lo nuevo
tiende a prevalecer; de modo que lo que probablemente busque Hachete sea
condicionar esa victoria previsible de Amazon, para hacerla relativa —y que
todos puedan existir— y no absoluta. No hay duda de que a la contienda asiste
toda esa miríada que se aprieta en los estómagos de Planeta y Random House, que
se lo han tragado todo; dejando todos claros que de lo que se trata es de esa
perversión genética que llevó al capitalismo de industrial a corporativo con la
desregulación.
Lo insólito de este caso es que Amazon tenga
el atrevimiento de apelar al apoyo de los autores que esclaviza con sus prácticas
corporativas; como si no se tratara del mismo mastodonte que intenta eliminar
en Hachete, de la que copia la vergonzosa metodología y prepotencia. En
realidad, lo único novedoso que ofrece Amazon es la tecnología que
horizontaliza la expansión del mercado; pero hasta en eso exhibe la misma arrogancia
y corrupción que acabó con el valor transaccional del producto literario, con
la eliminación de la competencia. Para eso, Amazon no duda en —por ejemplo—
tentar el ego de los autores, para retenerlos en exclusiva no más que Google
Books probó su viabilidad; por lo que hoy Amazon propone el mismo sistema de
premios y promociones que volcó el interés de la creación literaria hacia el
estilo de vida antes que la creación misma. El enfrentamiento entre Amazon y
Hachete es como la rebelión olímpica contra la raza titánida; de hecho, la
arrogancia de Amazon es como la del Zeus que se atrevió a someter a Cronos para
imponer su propia determinación del mundo, que es tecnológica en tanto cultural
[Tekné] y puede ser la economía.
To Kindle |
No obstante, Amazon no prevé en este destino
de Zeus su propia condena a la irrelevancia en que ya nadie —fuera de los
filólogos— recuerda al Olimpo; y este persiste pero inutilizado en el
descreimiento de los hombres, incluso si logró sobreponerse a la maldición de
su incontinencia [¿corporativa?] a costa del rosáceo cuello del pélida Aquiles.
Mal haríamos los autores en intervenir en una contienda en la que no tenemos
ganancia alguna, fuera de la manipulación evidente por los ejecutivos de una y
otra parte; porque los que tengan razón para defender a Amazon en un forcejeo
que no necesita —Hachete no es una amenaza real sino un condicionamiento— será
por un resentimiento mezquino contra el elitismo corporativo; que es sin
embargo lo que esconden en sus oscuros cálculos los ejecutivos de Amazon,
tirando al hambriento ego de sus autores las migajas del más falso glamour.
Posted by I. Teodoro at 8:12 AM 0 comments
Artigos Relacionados:
Friday, August 8, 2014
De por qué y cómo las editoriales rechazan los éxitos editoriales
Sobre el sorprendente asunto de los manuscritos rechazados se ha escrito
mucho, y casi siempre se peca por simplismo; la última de estas veces, la más
atinada quizás, reconoce que el asunto no es tan simple y se queda con las historias
mismas, que son sin dudas sorprendentes. No obstante, quizás el problema ni
siquiera sea tan complejo como sutil en sus determinaciones; es decir,
refiriéndose a otros problemas distintos de la relación directa entre producto
[literario] y calidad [autoral]. Ni tan simple, como cualquier otra cosa, ni
tan complejo, como cualquier otra cosa también; singular, en la medida en que
el problema no es ético sino económico, y por tanto no se resuelve con la protesta
ni la razón aparente. El problema se debería a ese crecimiento exponencial de
las editoriales como agentes de producción; que al igual que el resto de los
sectores económicos, habría evolucionado con el Capitalismo del modelo
industrial al corporativo.
Es ya una obviedad que estos no son los tiempos en que se crearon las casas
editoriales que hoy pueblan nuestra mitología; como titanes desplazados por la
vulgaridad de un olimpo aburguesado por una proyección mediática que ha
corrompido todo el proceso, como con el resto de la economía. Podríamos comenzar
la explicación entonces por el ego de los autores, que se han dejado comprar
por las editoriales más vulgares casi sin que tuvieran que hacerles propuesta
alguna; desde el inicio mismo, en que Planeta apareció con sus regalías de
futbolista y ventas masivas que prometían la semidivinidad al más anodino de
los autores; algo así como asegurarle a cualquier escritorzuelo un status
semejante al de Jorge Luis Borges y Octavio Paz, en el entresuelo engañoso de
Vargas Llosa. En este punto ni siquiera la crítica era una dificultad a temer
en serio, alimentando las ansias mediáticas de los mismos periodistas; que
posando lo mismo de analistas que de cronistas en profundidad estaban ansiosos
por lanzarse del trampolín a la piscina del éxito.
To Kindle Store |
Poco importa, más tarde o más temprano la abulia terminará por tragarse
todo vestigio de mercado vibrante, porque eso es lo propio de las
corporaciones; perdidas en un burocratismo inevitable que no puede seguir las
pautas de un mercado real y que por tanto depende de su propia capacidad para
determinarlo artificialmente con su poder económico. La paradoja de cómo y por
qué se rechazan libros que son de hecho éxitos editoriales es tan simple que ya
no es ni paradójica; consiste en que las decisiones las toman burócratas aburridos
que pueden posar de editores interesados, porque como en toda burocracia el
sistema está corrompido por el nivel de relaciones y el tráfico de intereses.
Posted by I. Teodoro at 1:39 PM 0 comments
Artigos Relacionados:
Subscribe to:
Posts (Atom)