Mucho eco y pocas nueces

No obstante, hacia la segunda mitad y definitivamente en el último tercio, el libro deja de ser una investigación sistemática para convertirse en uno de esos tratados muy especializados y áridos. En este punto se hace extremadamente denso y pierde atractivo para aquellos que no sean estudiantes de semiótica. Es como pasar de El nombre de la rosa y Baudolino a una manual de epistemología. Aunque la primera parte es muy interesante, hay muchos libros que lo hacen desde hace mucho y sin los defectos de la segunda parte; que quizás después de todo no sea exactamente un defecto, sino un interés expreso de su autor, profesor devenido en autor de casi culto pero en otros tiempos.
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