¿Es Frida Kalo una artista mediocre?
En efecto, la pintura de Kalo carece de
perspectiva, pero Leonora Carrington ya había hecho eso secundario; más
comprensible la Kalo bajo el influjo de Diego Rivera, en quien resulta de la aglomeración
de figuras, no de la técnica. Kalo es una pintora de su tiempo, y sólo su
tiempo ofrece parámetros para entenderla, porque es lo que la determina; tanto
como esa fijación suya en sí misma, como objeto único de un universo profuso y
complejo en esa recreación.
L. Carrignton, La gigante |
De este modo, es incluso heroico ese
existencialismo subjetivista de Kalo ante el compromiso socialista de Rivera; y
eso hasta le otorgaría cierta y compleja densidad —más aún— a su figurativismo,
en tanto existencial y en ello contradictorio. No se trata de que lo sepa, que
lo mejor en estos casos es que es la naturaleza como realidad lo que se revela;
sino de que es en esa simpleza casi infantil que recupera las preocupaciones
existenciales de las viejas tradiciones mitológicas; en las que las religiones
embutían significados trascendentes, creyendo que sabían la hondura que
obviamente ignoraban.
Ver en Kindle |
Este es el caso de Frida Kalo, tan banal como
todo otro artista, incluso los barrocos que sólo se ganaban la vida; y que
además lo hacían explotando la vanidad de sus patronos, aunque de esta también
les cayeran migajas. Por eso, Frida Kalo no es conceptualmente profusa como las
deconstrucciones geométricas de Picasso; pero en el minimalismo de su
ingenuidad hay algo más humano que en los grandiosos discursos de Diego Rivera;
aunque no lo supiera, como sabe el himnista bíblico que es su fijación en Dios
lo que le da sentido a Dios, no a la inversa.
Seja o primeiro a comentar
Post a Comment