Metafísica de la Imaginación

Textos Filosóficos-I

1)- La Imaginación es una propiedad del pensamiento, que abstrae en una imagen un concepto para racionalizarlo; por lo que se entiende que equivale al proceso de abstracción, ordenando las intuiciones sobre un objeto dado.

2)- De ahí se entiende su naturaleza subjetiva, en tanto proyección propia del sujeto de conocimiento; y que, por tanto, el Ente cognoscente piense como viva, y no a la inversa. Eso no sólo contradice las teorías de la nueva religiosidad popular conocida como metafísica, sino toda la estructura del conocimiento como la concibe el Idealismo tradicional; ya que para determinar las condiciones de su entorno, el sujeto de conocimiento ha de imaginar esa determinación, pero esta es provista por ese entorno suyo como experiencia existencial.

3)- No obstante, la acumulación suficiente de experiencias puede proveer por sí un concepto nuevo; que siendo de suyo inteligente, como una abstracción mayor [nodal] no proviene de la experiencia inmediata y puntual, sino de su suma progresiva y/o residual.

4)- Esta otra determinación así imaginada, sí podría cambiar efectivamente el entorno del sujeto, pero en un grado menor; que sería lo que explique la naturaleza dialéctica o mecánica del desarrollo del conocimiento, según el grado de abstracción a que responda el concepto.

5)- Por tanto, muy pocas veces la Imaginación es agente efectivo de cambio; ya que normalmente se reduce a la experiencia inmediata y puntual, y muy pocas veces a ese valor nodal.

6)- Esta diferencia, aunque sutil, es muy importante, al incidir sobre el tipo [artístico o filosófico] del pensamiento; en tanto el pensamiento artístico es también un acto de conocimiento, pero no sujeto al rigor sistemático del filosófico.

7)- Eso anterior se debe a que la facultad del arte para el conocimiento es residual [pasiva] y no lo determina en su realización última, en su carácter netamente formal.

8)- No obstante, por ese mismo rigor sistemático, el pensamiento filosófico suele restringirse a convenciones preestablecidas; que sólo pueden ser superadas por el pensamiento artístico, pero sólo en tanto éste tienda a ese rigor sistemático del filosófico.

9)- De ese modo, la naturaleza inconvencional del arte puede aportar la abstracción mayor [nodal] que no puede aportar lo filosófico; sin embargo, no es suficiente por sí misma, en tanto intuición, sino que debe organizarse en el rigor sistemático de lo filosófico.

10- La Imaginación artística, entonces, no es agente de cambio por sí misma; y al no acudir al rigor sistemático puede convertirse en elemento de manipulación [política], al elaborarse en la forma de un discurso creíble al entorno.

11)- Es esta credibilidad lo que revela su inconsistencia, ya que en tanto agente de cambio supone una contradicción directa del entorno; que es lo que ha permitido el desarrollo de las doctrinas políticas, desde el Cristianismo como orden político al ejemplo de las Utopías modernas como base para el Materialismo Histórico de Carlos Marx.

12)- Esta diferencia normalmente se ve en el interés ético [político] y no ontológico del concepto imaginado [Utopía], en tanto lo utópico se refiere a a alguna forma de convivencia colectiva [poley]; pero suele ser ignorado en la falta de rigor sistemático del pensamiento artístico, sobre todo a nivel del común [popular], permitiendo esa manipulación política.