Discurso de Adriano
Al césar lo que es del César,
pero lo que es mío, cuándo será mío
C.P.
No, no todos los caminos
conducen a Roma;
algunos conducen a ti, todos
los míos;
a tu terrible perfil de
favorito
soñado por todos, mas
reservado por el odioso Dios
que te nos niega y te acoge
para sí.
No importa ni siquiera por dónde sale el sol,
es tu sombra la que alarga,
como la fatalidad
de un camino del César
triunfante
que no muere en Roma
sino en ti.
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