Monday, December 17, 2018

Sense 8, 4/5 Pascales de EdItPar!


Esta serie parece una producción típica norteamericana sobre comunicaciones extrasensoriales e inter dimensionales; de hecho es una producción norteamericana, que aborda ese tipo de comunicaciones y bordea lo inter dimensional, pero no es típica. Por supuesto, contiene mucha acción y de todo tipo, en la que no faltan efectos especiales y peleas coreografiadas; pero no como elemento principal, sino perfectamente dosificado, en función de la secuencia de clímax y anticlímax a los que acude. 
En ese mismo sentido, el uso del humor es tan refinado —…bueno, también hacen su chiste gafo— que puede resultar incomprensible para muchos; pero es efectivo en su esteticismo, tanto como los momentos de sublimación y paroxismo que propone, porque nada es gratuito… aunque lo sea. Es en resumen muy económica en todo ese sentido de estética contemporánea, pudiendo explayarse en lo que le importa; no obstante, ficción al fin, requiere de su dosis de fe poética y cierta perspectiva.
Se parte de una de las leyendas más atractivas del evolucionismo científica sobre otras especies de homínidos; de la que una se habría asimilado biológicamente a los homo sapiens, reteniendo una habilidad para comunicarse entre sí, como la que se atribuye a los neandertales. Como toda ficción, eso sólo justifica el profundo sentido existencial de su dramaturgia; en la que todos los individuos así conectados comparten sus destrezas y particularidades, haciendo cierto aquello de que un hombre es todos los hombres. 
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Es decir, no importa siquiera si uno es consciente de ello, cada individuo experimenta las experiencias ajenas como propias; y en algún momento, hasta se especifica que esto ni siquiera es necesario y puede ser obviado; como cuando se trata de comunicación hablada, que no requiere —aunque tampoco excluye— el uso de idiomas ajenos. No hay que ser versado para ver en esto un juego con los descubrimientos de la física cuántica; con esa misma ambigüedad que aún escandaliza a los científicos, explicando el posible sentido y alcance de todas las tradiciones religiosas.

Lo importante es que en cada situación crítica, estas personas acceden voluntaria o involuntariamente unas a otras; y se ayudan entre sí, no sólo con el intercambio de destrezas y conocimientos, sino también de experiencias propias. De hecho, se explica la supremacía de los sapiens a una suerte de defecto genético; por la que no siendo capaces de interrelacionarse de esta forma, habrían desarrollado la política —y la fuerza— como recurso cultural.
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Las propuestas existenciales de la dramaturgia y sus alcances existenciales son así maravillosos, pero no describibles; perderían su efectividad, que depende de esa capacidad reflexiva del arte a la que apelan aquí. La serie es así muy ilustrativa de las capacidades estructurales de los fenómenos, para explicar sus recurrencias estructurales; pero todo eso en un guion de intriga creciente y extrema complejidad, con una factura general envidiable. 
El elenco es internacional, y las actuaciones son mesuradas, sin esplendores histriónicos pero por ello mismo muy adecuadas; denotando la mano férrea de un director que sabe lo que quiere, y un equipo dispuesto a trabajar en función de esto. Entonces, si tiene ideas exactas acerca del humor, o no le gusta la violencia norteamericana, esta serie no es para usted; pero sería una lástima, porque aún las más violentas y superficiales series norteamericanas son una reflexión estética. 
También hay que ponerlo todo en perspectiva, y recordar que toda temporada es sólo un alargamiento comercial de la primera; no obstante en este caso, salvo alguna que otra fórmula más o menos manida, la serie mantiene su eficacia dramática y por ende reflexiva. Este caso es un buen recurso, que recoloca al arte en su función primordial, con tal que seamos tan modestos como para permitirlo; pero a la que en la escala de inteligencia pueden adjudicársele unos cuatro de cinco Pascales —aludiendo al divino metafísico jansenista como medida—.

Sunday, December 9, 2018

Presencia, de Puerto Rico en Miami


Cuando las mentes de este capitalismo feudal idearon la iniciativa de las Américas, salivaron con la idea de Miami como capital; el periódico local incluso desarrollo imponentes conferencias con lo más brillante y granado del pensamiento político y económico de la región, y hasta se hizo alguna que otra maqueta. Sin embargo, a la viejita se le cayó el canasto de huevos, y todo quedó en ese limbo perpetuo del desarrollo latinoamericano; hasta que Art Basel, forzó esa reunión imposible con su ímpetu mercantil, y demostró que Marx se habrá equivocado y el materialismo será excesivo, pero el mercado es la primera determinación de la realidad humana en tanto cultura.
Con ese mismo nivel, un grupo de artistas puertorriqueños aprovecharon la coyuntura y tiraron sus redes al mar de Miami; hospedando una exposición temporal en Canvas Miami Gallery, abierta hace un año en la entrada espectacular de Winwood. La exposición se llama Presencia, apelando a la retórica subliminalista con que todos esquivan el valor radical del comercio; pero más allá de eso, la propuesta en sí es interesante y rica, abarcando en su amplitud el variado panorama plástico de la isla caribeña. 
El grupo lo conforman doce artistas, reunidos en homenaje a Rafael Rivera Rosa y Edwin Maurás Modesti; que no desconocen los coqueteos con que los maestros de la vanguardia nos tomaron el pelo a medio del siglo XX, pero tampoco desmerecen de la barahúnda que tuvo lugar en la feria de referencias. En lo personal, quizás lo más atractivo por su ligereza y fluidez, sea la juventud evidente de Luis Alejandro Rodríguez; al que adjudican muchos estilos, pero que sin dudas proviene de un expresionismo naif marcado por el Pop. 
Junto a él, las fotógrafas Laura Rodríguez Abreu, Rosario Fernández Esteve y Zuania Muñiz; que aunque bien singulares cada una en su propuesta —todas más o menos esteticistas y formales—, aportaron una percepción original de la realidad. Esta vez por lo denso, sobresale también Héctor Rafael, con una validación de las funciones reflexivas del arte en tanto forma; que será inocente en tanto no lo hace a propósito, pero no por eso es menos contundente, en una propuesta de profunda ontología. 
Rafael postula una realidad desde el más extremo subjetivismo, que sin embargo alcanza niveles de referente universal; aunque no tanto por su tratamiento de la forma como por el drama que refleja en la totalidad del cuadro, en una narrativa interesante y atrevida. Su peculiaridad radica en su propia sensibilidad, que podría calificarse como de frontera; con lo que de modo imperceptible violenta toda limitación a la expansividad misma del ser, en un canto de absoluta individualidad que sin dudas lo acerca en hondura al trabajo de las fotógrafas.
La exposición es —como se dijo— valiosa, y cubre en su amplitud e inteligencia un espectro suficiente de la plástica puertorriqueña; es también el tipo de movida que brinda a Miami su cosmopolitismo y hasta la determina en su identidad, más allá de lo que quieran sus intelectuales y políticos. Canvas Gallery por su parte, en el 3050 de Biscayne Boluverad se valida a sí misma como propuesta de acceso; funcionando con esa flexibilidad y suficiencia de las ferias satélites a Basel, pero en sí misma como un marco adecuado por el que acceder a esa comercialización.
*Las imágenes fueron seleccionadas por su disponibilidad en la red, y no reflejan necesariamente la preferencia ni el criterio último; también son tomadas de la red, y por tanto su calidad difiere de los originales.

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