Sobre el retorno al país natal, de Cesaire a Depestre
Antes del proceso cubano, y por las razones que
fueran, Inglaterra lideró los esfuerzos antiesclavistas en el mundo; añadiendo
el pago por la manumisión de los esclavos en su territorio, con una deuda que
sólo venció en el siglo XX. Se puede alegar el auge de la revolución científico-técnica,
que requería el desarrollo, producción y venta de maquinaria; más eficiente,
pero requiriendo una fuerte inversión, contra el método esclavista, más oneroso
pero ya establecido
Esa es la que acapara, apuntando a una fórmula
abiertamente socialista, monopoliza y de hecho capitaliza la causa racial; no
el Partido Republicano, cuya estrategia es de acomodo y apaciguamiento con la i
trincada legislación segregacionista del país; sino esa élite —iluminista si se
quiere—, que va a liderar la violenta lucha por los derechos civiles en el
frente legislativo. Lo importante aquí no es que se trate de toda una
manipulación, sino que es ya un hecho histórico legítimo; que no puede resolver
el problema racial, porque no está interesado en este como tal sino como de
clase; pero que al menos sí permite desarrollo de este nuevo fenómeno, aunque
deba consolidarse y madurar por sí mismo.
Esa ontología a su vez, obedeciendo a la declinación
de la de Occidente, sería la que funcione regresivamente; como una recuperación
de las funciones reflexivas originales, previas al hiper determinismo político
moderno; que, surgido de la apoteosis en ese sentido del cristianismo,
alcanzaría su propia apoteosis en la Ilustración. Por tanto entonces, no se
trata de procesos ilegítimos o incomprensibles en modo alguno, sino sólo
defectuosos; que tienen que resolverse en una corrección constante e
inevitablemente crítica por lo contradictoria, como todo desarrollo.
Por eso, no es extraño sino ilustrativo, que en todo
este proceso surjan reflexiones contradictorias e internas; sobre todo que
estas se den en el arte, al menos en el caso de la francofonía, por el alcance
reflexivo de estas. El ejemplo aquí es el Cuaderno del retorno al país natal de
Aimé Cesaire, no el Arcoíris para el occidente cristiano; pero es la
complejidad de Depestre, no la consecuencia de Cesaire, la que va a desplegar con
su vida todas estas contradicciones. Por eso es como la apropiación —en una
autoría universal de tan trascendente— del uno por la expresión del otro;
porque en definitiva ambos son la expresión del mismo fenómeno, que es todos
menos armónico y claro en su ambigüedad.
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