Angelina, tú
La película fue un fracaso, de ese extraño modo en que
las cosas fracasan en Cuba y que nunca es financiero; fracasó porque no
consiguió llegar a aquella fibra que el mismo Vega tocó en Retrato de Teresa,
siquiera a la zaga de Sara Gómez. Es decir, fracasó porque no fue comprendida,
en el distanciamiento de falsa burguesía con que retrataba a una falsa clase media;
tan fuera de contexto en el obrerismo histérico de la cultura revolucionaria,
que no había manera de entenderla en su falta de referencias.
Por supuesto esta película sólo pretende alguna
recaudación y no trascendencia, colgándose de sus estrellas; mientras la cubana
era un esfuerzo genuino de investigación, aunque igual de patético y
decepcionante. La cubana en cambio cerraba con la dignidad de su insuficiencia,
no como esta mala comedia de A family affair; después de todo, una retrospectiva puede aclarar las
contradicciones que dieron al traste con Habanera; pero nada en el mundo
va a compensar la frustración del tiempo y el dinero perdido con esta otra.
Es aterradora esa ferocidad con que las estrellas
hollywoodenses tienen que rebajarse obedientes al bajo presupuesto; cuando el
prestigio de sus carreras esplendorosas debería bastar para sostenerlos, si
fuera cierto que ese capitalismo funciona; pero como no es cierto, tienen que callarse
ante los viles billes de un estilo de vida que debió ser productivo, pero no lo
es. Ya Kidman ha tenido apariciones desgraciadas, como cuando acompañó a la
celebérrima Meryl Streep en The prom; una completa desgracia después que pusieran tan altas
las varas con The hours, como para cotizarse mejor.
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