Acerca del Sr. Callejas
Entre las cosas por las
que será recordado Heriberto Hernández —que en paz descanse, si puede—
sobresale la de haber impuesto el ciberbulling en la blogosfera cubana; algo
que llegó a su máxima apoteosis en sus últimos momentos, cuando la tomó con
Angel Callejas. No obstante, no más pasado el corto duelo por la muerte de su
Némesis, el Sr. Callejas se ha dado homenajearlo con todas las fuerzas de su
corazón; esto es, solapándose en heterónimos para atacar con la misma bajeza y
tergiversaciones a quien no ha hecho más que rechazarlo. No por gusto, en tan
desagradable tarea coincide con la hiena de Coral Way, lo que es natural; lo
que es difícil de aceptar es que a pesar de la enemistad comprensible, sea de
un blog de Armando Añel de donde provengan los ataques de Callejas.
Los ataques en sí no preocupan,
primero porque se han hecho habituales hasta el cansancio; pero además, porque
aunque nadie lo diga y se expanda el pacto de silencio cómplice, la verdad todo
el mundo la sabe; y así, todo ataque del Sr. Callejas —y por extensión del
editor del blog— se vuelve contra sí mismo y habla de su propia naturaleza y de
su carácter. La misma confluencia del Sr. Callejas con la hiena de Coral Way,
que ya los mordió una vez —como estaba predicho— habla de este carácter del Sr.
Callejas y compañía; pero así como tuve razón al rechazar a la hiena de Coral
Way y al Sr. Callejas, les recuerdo el triste final del Heriberto que ya antes
se había asociado con la hiena de Coral Way.
Más de una vez hube de
contestar por qué no me reconciliaba con la hiena, y es la misma razón or la
que insisto en rechazarlos a todos; porque siendo una manga de hipócritas el problema
no es nunca personal —ni yo soy Dios para perdonar o condenar a nadie— sino de carácter
y de naturaleza, de altura y de dignidad.
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