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Thursday, June 5, 2025

Oshún y la historia de la prostitución en Asia

Que la cultura se resuelva en tricotomías, trialéctica y no dialécticamente, no es sorprendente a estas alturas; pero sí lo es que las funciones en que esto se realiza en una específica (Asia) se expliquen en otra (Africa). Este es el caso, aleatorio pero puntual, de la prostitución en Asia, con los fenómenos de China, Japón y Corea; cuyas culturas se expresan en estructuras políticas distintas, y por ello con diferente alcance existencial.

En todos los casos, por su universalidad, la prostitución tiene una historia antigua y más o menos común; que se define hacia el final del medioevo europeo —como un parámetro convencional—, con el de ellos mismos. Mientras en China se consolida el imperio absoluto, en Japón se fragmenta en el trauma del Shogunato; y entre esos extremos, Corea se desarrolla como espacio vasallo del imperio chino, bajo la amenaza japonesa.

Que la prostitución sea tolerada pero no institucionalizada en China, es natural bajo la fuerte moral confusionista; regulada por su fuerte impronta cultural, no importa su rechazo por el puritanismo imperial, habitual a toda aristocracia. Esto es lo que se extiende al vasallaje coreano, más conservador incluso en el mimetismo, por los juegos del poder; en una sociedad mayormente campesina, sin las grandes ciudades que hacían al fenómeno inevitable en China.

En la era Corea, las prostitutas provenían de familias marginadas o esclavas, y de hecho no había burdeles; los primeros aparecen con la apertura de los puertos en 1876, y justo en los barrios para migrantes japoneses. Sin embargo, la actividad no se licencia sino hasta la ocupación japonesa (1910-1945), y era mayormente forzosa; después, con la presencia norteamericana, la prostitución se convirtió en característica alrededor de las bases militares.

Volviendo al Japón, la prostitución se organiza mejor entre 710 y 1185 con la aparición de las cortesanas (yūjo); que a menudo poseían habilidades culturales y artísticas significativas, emulando en su recurrencia a la hetaira occidental. Es el período Edo, del shogunato Tokugawa (1603-1868), el que formaliza y licencia la prostitución, delimitándole barrios; que no eran sólo distritos de placer sexual, sino de entretenimiento general y laxitud, comida y bebida.

En 1956, la Ley Antiprostitución criminaliza la actividad abierta, pero la industria subsiste en otras formas; porque su importancia aquí no es sólo social y económica, sino que ya es cultural, como no lo consigue en China ni en Corea. Lo curioso está en esa diferencia funcional, por la que la actividad no tiene el mismo desarrollo en los tres lugares; y aquí lo que llama la atención es el carácter fragmentario del feudalismo japonés, y su manera de lidiar con lo real.

El shogunato reguló y gravó activamente estas áreas, legitimándolas y dándoles visibilidad al reconocerlas; algo que ocurrió en menor medida —con reluctancia y no activamente— en Corea y China, por el moralismo. Esto se revertiría en una mayor capacidad de las oirán japonesas, que en ello emulan de cerca a las hetairas; y en lo que se destacan frente a las coreanas y las chinas, aunque estas tratan infructuosamente de emularlas a ellas.

La singularidad estaría en la estructura imperial de la cultura China, ante la fragmentación feudal de la japonesa; entre estas dos, la cultura coreana tiene una existencia políticamente precaria, sin una estructura mayormente propia. En Japón, los daimyō (feudos) y el propio Shogunato tenían intereses económicos y de control territorial; los distritos de placer eran fuentes significativas de ingresos por impuestos y —no menos importante— de control social.

Estos distritos también servían entonces como válvulas de escape, para una sociedad rígidamente estratificada; permitían a diferentes clases sociales mezclarse en un ambiente controlado, y ofrecían entretenimiento a guerreros y comerciantes. Es aquí donde reluce la eficacia del mito africano, como la historia en que Orunmila —el poder del cielo— decide casarse con Oshún; cuando viendo que la guerra era inevitable, la diosa pasea su desnudez entre los ejércitos, paralizándolos; y toma el tiempo para satisfacer a cada uno de los soldados, que es como llegar a su necesidad más profunda.

Monday, March 25, 2019

(No) Soy Cuba

Soy Cuba ha devenido en una suerte de película de culto, aunque por esa oscura necesidad tan humana de tener algún culto; este encabezado por el sacerdocio indiscutible de Martin Scorsese, aunque eso no explique mucho la razón de tan aberrado culto. En rigor, no se puede desmentir nada de lo que dice Scorsese, porque es verdad; sólo que esa verdad se refiere exclusivamente a la originalidad de su fotografía, y ninguna película —y menos las de Scorsese— se compone sólo de fotografía. Además, esa misma fotografía puede haber sido asombrosa en su momento, con sus ojos de pescado antes de los drones FHD; e incluso en esta, ensucia una de sus imágenes más poderosas, cuando a media toma no puede ocultar las cuerdas que tramoyan la cámara.


Como ya está dicho, el problema es que ninguna película se reduce a su fotografía, no importa lo magnificente; una película lleva trama y subtramas, pendientes de un argumento que es el que aporta la solidez. Pero aquí se trata de una epopeya, y las epopeyas no tienen dramaturgia, que es por lo que el teatro surgió al margen de la épica; algo que evidentemente desconoce la estética socialista, de la que esta película es un ejemplo absoluto, como de laboratorio. Eso es lo que resulta perturbador en esta falsa conmoción levantada por ese bodrio elefantiásico, que nos recuerda por qué detestábamos el cine bolo; al que en justicia se le deben reconocer los méritos, pero no inflarlos, so pena de tapar lo que evidenciaban; esto es, la prepotente grosería en que se reduce el arte a la función propagandística, tan denostada al nazismo pero atractiva en el imperialismo ruso.


Por eso es perturbadora esta alaraca de parte de quienes no la vivieron y piensan que son tan inteligentes como para ir a su rescate; porque lo que está detrás es esa admiración por los discursos poderosos y los mesianismos, que son los únicos que pueden brindar semejantes epopeyas. En general, la película se compone de dos alegorías que sobran, muy a pesar de aportar gran parte de la belleza plástica; como abcesos azules que contrastan contra el albor de la piel traslúcida,y  que es la elipsis final a que se reduce la trama; demasiado lineal y simple por demás, pero que al menos es lo único que tiene sentido. Esta elipsis es la transición entre los personajes de Alberto (Sergio Corrieri) y Mariano (Salvador Wood); introducida por el sacrificio de Enrique, que —muy en la cuerda del seudo realismo socialista— es el Cristo como todos los héroes, que legitiman el porvenir. 

Como cine, no sólo tiene esa chapucería de mostrar la tramoya en su grandilocuencia; también está pésimamente actuada, con sólo las dos excepciones decentes de Salvador Wood y Sergio Corrieri, entre sus quinicientos actores. Especialmente patético el caso de los marines rusos haciendo de marines americanos en la peor de las reducciones al absurdo; porque desconocen en la tosquedad la sutileza de una cultura hedónica y abocada al culto y el cuidado del cuerpo y su belleza. Hay un problema teórico, que ya descarrila a todo el filme por cuanto afecta a las actuaciones, en la terquedad intelectualista del director; quien creía que el actor no tendría que ser profesional —aunque tuvo a los dos mejores para sostenerse— porque lo que importa sería la presencia humana y su golpe emocional. 


La diferencia con experimentos semejantes, que van de la nueva ola francesa al neorrealismo italiano, estriba en la seriedad; porque en todos los otros casos, a los actores, profesionales o no, se les exigió actuar bien, con parámetros altos y no sublimación poética, que para tanto no da la fe. Siquiera como material de estudio, las hordas de escritores y artistas graduados en Cuba deberían ver esta película; porque es una vindicación del rechazo visceral de toda una generación a la burda simplicidad de la cultura bola. Sin embargo, la superficialidad de semejantes hordas las va a salvar del martirio; porque con razón, en su superficialidad se negarán a la inhumana atrocidad de semejantes deberes.




Thursday, October 24, 2013

El Banquete [reseña]

Por Julio Pino Miyar

Julio Pino Miyar
Amigo Ignacio, permíteme llamarte asi, hablabas de Mairena, el alter ego de Machado; hay un pasaje suyo que creo se titula Sobre la imposibilidad de losbanquetes, es más o menos asi: un alumno en un trabajo de clase hace la siguiente exposición: critica a los que van a ellos, por ser parásitos de la gloria ajena; a los que los que los dan, porque que son vanidosos y ególatras; y a los que no van a ellos, por ser roñosos y envidiosos de la gloria ajena. Tu texto sobre los banquetes me hizo entender por fin la parábola del maestro Machado; la imposibilidad de los banquetes es la imposibilidad misma de la cultura para producirse, de la humanidad para darlos en este momento en que vivimos; sobre todo si entendemos al banquete desde su paradigma, donde tu bien lo sitúas, El symposium. El banquete, la cena, el condumio esplendido, es naturaleza pero también es poética. Claro, bien lo demuestras, es Villaverde, Lezama e incluso Senel. El banquete, en este último caso, con el otro marginado, el gay horrorosamente desvirtuado de su condición natural de ser humano, de hombre.

¿Y si la cena es naturaleza y la poética es proceso natural de creación, que ha pasado? ¿Por qué ya nos son imposibles los banquetes entendidos como symposium, en acto naciente de la cultura? Aparece la parodia, como ejemplo de parodia el Quijote, que no es una parodia, sino un hombre parodiado en una época en que el ordenamiento clásico se desvirtúa. Banquete es creación, poética sensible y sensitiva de máximas integraciones, analógica universal que tú remites al periodo merovingio —¿Fue en el periodo carolingio donde aparecieron las universidades, o es un error mío?—. El hacer universal, la poética como verdad, la verdad como naturaleza, la naturaleza como gestión universal y madraza de todas las integraciones imaginables. Aún no han aparecido los pérfidos inventarios y los catálogos de la cultura, enciclopedistas. Pero insisto, por qué la parodia, que se burla de la imposibilidad del banquete, cuando en esencia lo que vemos fracasar con este es el ideal de la belleza, aquello que hizo decir “lo bello es el resplandor de lo verdadero”.

¿Mirándolo bien no sería preferible, disfrutable, restituir el banquete primigenio, ese que hizo decir que Sócrates era incorruptible, que el espíritu clásico, no es solo ideal de la belleza, sino placer fraterno, compañero? Por ello es que me choca siempre la parodia, que en Cuba, en cubano, es choteo. Choteo, desconstrucción de toda gestión cultual de la cultura, pero a la vez arma contra lo establecido. Parodia preferible: una patada en el trasero a todo mal gobernante. Bien. Pero el choteo también puede ser nefasto, no es que suprima lo clásico para convertirlo en carnavalización, es que aniquila con ello la poética, desprecia la poesía; y un pueblo sin poética, sin sensibilidad receptiva ante la imagen, no es un pueblo. un lugar así aterra. Que dios nos libre de un mundo sin banquetes, es el peor de los mundos posibles. ¿A propósito, desde cuando no vamos a un verdadero banquete? Cita impostergable de nuestra cultura.

PD Te invito a un banquete.

Tuesday, December 25, 2012

De los tipos de escritor [frag.]

... Mas, cómo sobrevive el poeta a su mediocridad ambiente, cuando es su sacerdocio la presa anhelada por esa terrible mediocridad, que tanto glamour y statu concede; es ahí donde se reclama el rigor ético a niveles obnubilantes, como los del monje del desierto; porque la batalla es final, no se presta a negociaciones que sólo le diluirían la grandeza. El problema, como de Ser o noSer al fin y al cabo, es ético, porque exige el valor de proclamar la desnudez del rey; en un mundo que, democrático, consiente en derribar parámetros para que todos quepan. Este elitismo visceral que se reclama no sería un imperio político, que en eso recuerda el reclamo del Cristo, cuando dijo que su reino no era de este mundo; y en esa naturaleza convencional sería mediocre como todo el que le antecedió y trajo estos lodos, como todo polvo; pues, como dijo algún poeta, la gran frustración del Cristo es que no pudo salvar a nadie de su mediocridad. La diferencia, sutil, se insinúa en la comprensión del trascendentalista para con el inmanentista; que éste sólo devuelve con la grosería de su propia pequeñez y mezquindad. Es decir, puede el monje preocuparse por el Bien, la Verdad o la Belleza; eso poco importa, mientras se mantenga en su trascendencia y en ella se obnubile a sí mismo; pero en cuanto su preocupación sea la armónica mediocridad con que venda su glamour como mística; en cuanto obtenga a cambio las monedas del éxito y el poder; entonces ya sabe que la lucha la ganó su más absoluta inmanencia, su tan grosera bestialidad.

Tomado del libro Maudits!, próximamente en Kindle

Monday, December 24, 2012

Prometheus

Si algo tuvo de encantador el filme Alien, fue el horror inexplicable y gratuito; como Los pájaros del inestimable Alfred, al que bastaba su dramaturgia del espanto. La extensión de Alien en una secuela le restó ese brillo singular de la primera, en favor de una tesis intelectualista; pero a cambio se asentó en esa justificación que cohesionaba la saga como una metáfora [recurrente] de la lucha entre el Bien y el Mal. Nada más emblemático que el final de la tercera película de la serie, en que la protagonista descubre que ni ella ha escapado; nada más patético que el heroísmo con que se inmola aferrándose al Mal, que quiere salvarse [sobrevivirla], pero al que obliga a irse con ella.

Prometheus se desentiende de todo eso, incluso como precuela de toda la saga; el drama inicial es otro, con otra tesis en discusión. Para Prometheus, Alien es una derivación accidental en todos los sentidos; aquí la tesis es el origen de la humanidad, con todo y su justificación en los antiguos mitos. ¿Por qué tirar por la borda la saga terrible de Alien y mantenerse como su base argumental?, imposible y probablemente inútil saberlo; esta otra historia tiene sus propios y [muy] desiguales méritos, desde la estética y la truca espectaculares a las inconsistencias más horribles en su dramaturgia. Un libreto lleno de referencias intertextuales que aluden a todo sin discriminación, permite y necesita las acciones más arbitrarias en un impensable equipo espacial; mientras el maquillaje es tan burdo en uno de los personajes, que en algún momento puede confundirse con un extraterrestre. También los extraterrestres, con movimientos tan pesados como escenarios e indumentaria que los hace extrañamente primitivos; cuentan entre las inconsistencias con un sistema de oportunos e inexplicables hologramas que guían involuntariamente a los humanos. También el androide, que parece esforzarse por distanciarse de aquella sutil objetividad y funcionalismo del de Alien con su ironía, tan amarga y extraña como constante.
El quid quizás sea el carácter predatorio de esa especie extraterrestre, sólo que a extremos absurdos por lo irracional; pero recordando a todos, un poco forzadamente, que el avance tecnológico no es signo de evolución espiritual, como demostramos los humanos de continuo. Por otra parte, la idea de la implantación genética es interesante, y probablemente el único acierto; no contradice ni por un punto los conceptos darwinistas ni los creacionistas, y alcanza a unificar todos los mitos terrícolas con su adecuación antropológica.

Monday, December 17, 2012

Faeton el terrible, o nuevo elogio de Oshún

Hay una lectura increíble que se esconde en la frustración de Apolo, y es la tragedia de Faetón; el hijo del sol, encarnación obvia de la razón positiva, nacida de la exactitud de la reflexión estética [Apolo]; que puede incendiar la tierra [realidad] por el manejo irresponsable de sus fuerzas, que son el carro de su padre. La historia incluye una ira de Apolo en el dolor por sus hijos, muertos por la determinación suprema y sobrenatural de Zeus; porque como Asclepio, Faetón significa el triunfo de la naturaleza externa de las cosas en su racionalidad simplificadora, la superficialidad. No Apolo el inconmensurable, pero sí sus hijos, todos son superficiales, como los artistas, no las artes, que son sus madres.

De cierto, eso explicaría el detente poderoso con que el inefable Zeus contiene constante a Febo; al que conserva junto a sí, pero al que mutila los afectos con minuciosa crueldad, para que sólo reluzca. Faetón, como Prometeo, no comprende —no le interesa comprender— el sentido profundo de las fuerzas que maneja; sea la relación necesaria e inviolable entre la vida y la muerte, sea el curso del sol, establecido incluso por los egipcios; sólo Atenea detenta ese poder comprensivo, y árida rehúye los amores vulgares hasta de Vulcano, en un elitismo ofensivo e implacable que conocería Gorgona. La razón sólo triunfa de la mano de Afrodita, ¿cómo no lo vieron los terribles padres neoclásicos?; imposible saberlo, cuando es obvia la paradoja de que la menor no es menor —Esíodo es más creíble que Homero, porque organiza las tradiciones, no sólo las recoge, y afirma que Afrodita es tía del Inmarcesible— y triunfa, y es nuestra verdadera filiación trascendente. Afrodita, rechazada y denunciada por el viejo orden en que se complementan Apolo y Atenea, se sobrepone hasta a la disolución olímpica; desde que latinizada toma las armas de Ares hasta cuando huye a la selva negra exiliada por el arribismo de los cristianos, y allí se germaniza y nos guarda el burgo romántico.

Saturday, December 15, 2012

Mucho eco y pocas nueces

Arte y belleza en la estética medieval es un libro intermedio para el nivel de Umberto Eco; muy bien escrito, pero con una prosa funcional y sin sorpresas [español]. El libro es original, porque en principio no es un tratado de semiótica al uso, sino que se trata de una sistematización muy completa de las corrientes y teorías medievales en el área del conocimiento. Ofrece mucha información y sobre todo la contextualiza muy bien, mostrando el rico repertorio de las referencias culturales del Medioevo.

No obstante, hacia la segunda mitad y definitivamente en el último tercio, el libro deja de ser una investigación sistemática para convertirse en uno de esos tratados muy especializados y áridos. En este punto se hace extremadamente denso y pierde atractivo para aquellos que no sean estudiantes de semiótica. Es como pasar de El nombre de la rosa y Baudolino a una manual de epistemología. Aunque la primera parte es muy interesante, hay muchos libros que lo hacen desde hace mucho y sin los defectos de la segunda parte; que quizás después de todo no sea exactamente un defecto, sino un interés expreso de su autor, profesor devenido en autor de casi culto pero en otros tiempos.

Wednesday, December 12, 2012

Lectores / e-readers

Dada su relación con el desarrollo de las tecnologías, la imposición de la lectura electrónica es sin dudas un fenómeno generacional marcado por este crecimiento de su mercado; y por tanto quedaría un margen obviamente también generacional, en el que desarrollar aún libros tradicionales. No obstante, hay algo de fascinante en la aventura de los nuevos medios de publicación; como por ejemplo, la sorpresiva posibilidad de saltarse incluso el e-reader o lector electrónico, y leer en soportes comunes como el teléfono. Lo sorprendente en este caso no sería la poca duración del mercado de lectores, sino la corrección cultural que implicaría; pues superada la dificultad [postmoderna] del libro como fetiche, la cultura del libro retornaría a su función inicial. A eso se añadiría que dicha funcionalidad sí sería efectiva esta vez y no tanto en aquellos inicios, dados los costos en ambos casos; que no sólo se refieren a los recios del aparato sino también a su valor [ampliado] de uso y funcionalidad no especializada.

Aún, quizás el aporte más significativo y su mejor promesa no sea esa sino la desvandalización del mercado literario; desplazando al mequetrefe con su cultura de tertulias y manierismos a donde no estorbe el crecimiento necesario de una naturaleza realmente intelectiva de la cultura. El libro tradicional sin dudas tendría futuro en este mercado, y justo por su valor objetual; pero que no tiene nada que ver con el uso cotidiano y funcional, sino como extrañeza artística de la artesanía.

Sunday, December 9, 2012

Cambio!

Thursday, May 24, 2012

Historias de Sofías (New!)

Sobreponiéndose a los complejos insulares que agobian a toda literatura insular, Historias deSofía & Tratado del alma es sobre todo un atrevimiento; pero por lo mismo es algo fresco, definitivamente novedoso en ese panorama insularista, cuyos filósofos se aterran de ir más allá del profesorado. Es también, y tanto como eso, un postulado contra las tendencias populistas del espiritismo intelectual; nacido de esa imprudencia soberbia —como toda imprudencia— de vulgarizar una naturaleza, que se resiente ante tanta y grosera vulgaridad.
Por postular, postula directamente contra el idílico convencionalismo de El mundo de Sofía; pero mejor que eso, no lo hace con el ímpetu fáustico del creído enamorado de su propia voz, sino con la reflexión mesurada. De ahí el tono de escéptico cinismo que permea a este e-Book, partiendo de la propia experiencia acerca de los temas del conocimiento; que en esa vulgarización indiscriminada, descree de la complejidad propia de lo real, por más que tanta complejidad se apretuje en su simpleza aparente, sólo válido para simplistas y simplones. Un libro que homenajea a los grandes Isaac Asimov y Umberto Eco por el desenfado que sin embargo los mantiene elegantes; pero un libro decadente, en el que revive el viejo Fra. Erasmo de la Cruz. Hijo de una ninfa romana desterrada a la Selva Oscura con el arribo del Cristianismo, con un oscuro monje cristiano al que sedujo; Fra. Erasmo de la Cruz es sobre todo un fantasma que persiste en su decadentismo, renuente a la desaparición de los viejos mitos en que se constituye toda realidad.

Sunday, January 29, 2012

La verdadera historia del fin de ...

No tienen que creerle a la prensa, esta es la verdadera historia del fin de Nuevo Songo del Norte. Algunos sobrevivientes están pensando en demandar a la empresa productora del comercial, por lucrar con la desgracia. Estaba vaticinado, Nuevo Songo no llegaría ni al fin anunciado del 2012.

Thursday, March 10, 2011

¡Viva el Teatro! - IV

Sunday, November 14, 2010

Iván Cañas con Lezama inédito a la FIL-Miami/2010

Por cambios en la cartelera de la FIL-Miami 2010, la exposición Lezama nédito se inaugurará el lunes 15 de Noviembre y no el 11 como aparece anunciado. Pedimos disculpas por el cambio de fecha.

Saturday, November 13, 2010

Tuesday, October 26, 2010

Pintor

Friday, October 22, 2010

¡Yolanda Far en Miami!

Saturday, October 2, 2010

Loco, el poemario y el artesano

Tuesday, September 28, 2010

Magali Boix, el Poster

Presentación del poster para el video Mira como he venido, sobre la actriz Magali Boix.

Oscar Alvarez y la Parametración en Cuba, proceso y victoria

Next in time

Friday, September 24, 2010

La nada y el todo, lo cotidiano en Zoe Valdés

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