Liturgia, de Magín Pérez Ortiz
Ver en YouTube |
Ese es el sentido litúrgico del
arte contemporáneo, y no es gratuito que ocurra como culminación de la
postmodernidad; porque es la evidencia última del vacío creado por la Modernidad,
con su énfasis en lo político y su subordinación del individuo. Como arte responde
a esta sobria función, porque como toda introspección, sólo existe para el que
la hace; independiente de si después consigue comercializarla o no, en el
snobismo con que se manipula el mercado, como los filósofos y los literatos.
Podremos estar de acuerdo o no con él, pero esa es su potestad individual, y su
mutismo es la fuerza de su discurso; dejando clara la vanidad de todo esfuerzo
político, ante la irreductible impasibilidad de lo real.
Magín Pérez Ortiz cumple, con el
sentido litúrgico de este conceptualismo, la premisa heideggeriana del Dasein;
en la minuciosa nimiedad con que se realiza como humano en hacer arte, como lo
humano hace cultura. Él, como la humanidad que aflora en él, solo vive cuando
hace arte, en vez de hacer arte porque viva; la inversión gloriosa con que el
alemán odioso culminó el Idealismo como tradición, advirtiendo del error
primero del híper trascendentalismo.
Seja o primeiro a comentar
Post a Comment