Urrutia y Locke sobre el nuevo negro
Eso es
paradójico, porque es el interés humanista del Renacimiento de Harlem el que desagua
su interés; consiguiendo su establecimiento como objetivo claro, pero
distorsionándolo desde ahí con su intelectualización. Pareciera que la función
de todo el movimiento norteamericano fuera ese establecimiento del objeto
político; no su desarrollo en una cultura necesariamente alternativa y
marginal, que sólo se consigue con pragmatismo. También es cierto que el Renacimiento de Harlem se da en el contexto del Writers Project, del New Deal; organizando
las directrices del movimiento, como un discurso ideológico antes
que una cultura efectiva.
Más
interesante aún que eso, Urrutia pertenece a esa generación negra contra la que
se erigió el Harlem de Locke; simbolizada en el industrialismo preconizado por el instituto de Tuskegee, de la mano de Booker T. Washington.
El lazo es el de Juan Gualberto Gómez con el presidente de Tuskegee, al que incluso
encomienda su hijo y promete su colaboración; de la que sale la juventud negra
que forma la primera élite profesional negra y próspera en Cuba, reunidos en la
Sociedad Atenas.
Locke, por
ejemplo, se detiene en el problema negro y lo describe, que es en lo que lo
sistematiza, con su comprensión; Urrutia plantea el problema en abstracto, y
busca las posibilidades de este negro para su realización práctica. Lo curioso
en esto es que Urrutia no es negacionista, que es en lo que resulta
complementario a Locke; se detiene en los aportes concretos de lo negro, y aún
si no es tremendista y cosmológico, es existencial en lo minucioso.
No hay manera
de entender al uno sin la perspectiva del otro, que es en definitiva el fallo
de Du Bois; que en su ambigüedad representa toda la ineficacia del
intelectualismo, por su falta de dimensión existencial. Esto es lo que muestra
Urrutia en su conservadurismo, como expresión del pragmatismo de Juan Gualberto
Gómez; más sólido que si fuera meramente político, como en el caso del blanco
con el que coincide, porque es existencial.
Seja o primeiro a comentar
Post a Comment